Estreno: 28 de febrero de 1998
Director: Kon Satoshi
Estudio: Madhouse
Género: Thriller, psicológico, horror
Duración: 80 minutos
La moderada popularidad del grupo de idols CHAM no es suficiente para colmar la ambición de éxito de Kirigoe Mima, una de las componentes del trío. Es por eso que decide abandonar la formación y comenzar una carrera como actriz, lo que no resulta ser tan sencillo como preveía. Su presencia en su primer proyecto, la ficción policiaca Double Bind, resulta tremendamente anecdótica, por lo que decide aceptar las escenas menos agradecidas en busca de una mayor participación. Sus fans no están nada contentos con el rumbo de su carrera, lo que hace que la propia Mima se plantee si está actuando de la forma correcta y si está siendo sincera con ella misma.
TESTING GENERAL
No tengo mucho bagaje en lo que a películas de anime se refiere. A día de hoy, antes de publicar esta entrada, sólo he escrito sobre cinco de ellas en el blog. He visto alguna más a lo largo de mi vida, pero no creo que hayan superado las veinte. Y, hasta ahora, ninguna de éstas era de Kon Satoshi. He leído bastante sobre el director y conozco su obra, pero no me había lanzado nunca a comenzarla. Por ello, no esperéis leer ninguna referencia a sus otras películas, las cuales espero ver en un futuro aunque sea por mera cuestión de cultura del anime. Tampoco esperéis que ahonde en la figura del autor, del que seguro que podéis encontrar un montón de información y reportajes maravillosos en cualquier web que no sea esta.
He llegado a Perfect Blue completamente a ciegas. Sólo tenía una pequeña noción sobre su premisa, alrededor de que se jugaba con la realidad y la ficción en el entorno del cine. En líneas generales, diría que he visto una buena película. Nos ofrece una historia interesante, bien estructurada, y con varias lecturas más allá del argumento que vale la pena considerar. También le encuentro algún que otro problema, aunque no dejan de ser apreciaciones que ni mucho menos oscurecen la buena labor que se hace en la narración. Quizás el más relevante de éstos sea el nivel de la animación, que bien podría haber aportado algo más en el apartado visual, en el que la cinta apenas destaca por encima de lo aceptable.
Pese a todo lo bueno que puedo argumentar a favor de Perfect Blue, la sensación final que me ha dejado no llega al notable. Entiendo que mi opinión puede entenderse como un sacrilegio para los puristas del cine de animación, pero la voz de un no experto como yo también puede ser manifestada. De igual forma, también puede ser ignorada. Creo que el guión funciona bien, pero me falta profundidad en los personajes para llegar a conectar por completo con ellos. Sobre todo lo noto con Mima, a la que desde el principio apenas nos muestran más que de forma superficial, para pasar muy rápidamente a su cambio desde la música a la pantalla sin demasiada explicación. Esa ausencia de identificación no impide que aprecie con muy buena actitud la historia que me cuentan, pero dificulta que su desarrollo y su final dejen huella alguna en mí más allá de lo ingenioso del juego con lo que es real y no. Bien escrito, un poco peor transmitido. Ese sería mi resumen.
TESTING CON SPOILERS
Puede que no haya estado lo suficientemente atento, o que no soy lo que se dice un gran observador, pero no me ha parecido notar en ningún momento el por qué Mima quiere dejar de ser cantante para ser actriz. Ya estaba disfrutando de un relativo éxito, y a mí no me ha parecido entender que estábamos ante una persona ambiciosa, ni mucho menos. Más adelante, cuando decide interpretar la escena de la violación y hacerse la sesión de fotos, extraemos de ello que tiene una obsesión por escalar rápidamente en el mundo de la interpretación, pero no se ve de la misma manera cuando Mima habla para sí misma o con el resto de personajes. De hecho, mi impresión más allá de esos actos es que es una chica con una actitud pasiva y que no se define de manera alguna por su comportamiento. He llegado a pensar que se está dejando llevar y es su representante el que está dirigiendo su carrera, pero a medida que iba avanzando la película he descartado esa opción. Habría querido ver un poco más de Mima y por qué toma las decisiones que toma sin que parezca que lo hace porque el guión lo requiere.
Precisamente el guión, que es la principal virtud de la película, tiene para mí un problema en torno a la creación de la confusión que desarrolla en su segunda mitad. Me encanta cómo juega al despiste, haciéndonos creer al principio que quien comete los asesinatos es el fan loco que sigue a Mima a todas partes, para más tarde llevarnos a pensar que es ella la culpable y su mente la está traicionando. Pero hay un momento en el que se abusa de ese despiste, y en cuestión de minutos Mima se despierta en la cama varias veces sin que sepamos muy bien qué es real y qué no. Creo que lo brillante y difícil es crear la duda sobre quién es realmente el asesino, y no tanto dejarnos sin saber qué está pasando. Hacer dudar de todo es el camino fácil, mientras que lo difícil es que las piezas encajen hacia una o varias respuestas y no saber cuál es la correcta. Por ello, la revelación de la mánager como responsable del caos me ha dejado muy satisfecho, ya que tiene todo el sentido del mundo y cierra ese periodo de confusión con la más precisa de las opciones. Una conclusión cerrada que incluso ha alimentado las ganas de un segundo visionado dentro de un tiempo para confirmar ese rompecabezas tan bien resuelto.
Me quedo con esa buena ejecución y con el triste retrato del mundillo de las idols en Japón. Chicas jóvenes que construyen su éxito a base de satisfacer los deseos egoistas y posesivos de adultos que ni siquiera llegan a conocerlas en ningún momento. Carreras profesionales llevadas con estricto control por miedo a que los fans no acepten las decisiones personales de unas muchachas que ven difuminada su identidad a cambio de dinero y discutible popularidad. Mujeres que dejarán de importar a esos hombres en cuanto cumplan unos añitos más y su aspecto deje de ser lo suficientemente infantil como para que esos individuos se gasten su dinero en productos y conciertos que les lleven a pensar que son los responsables y dueños de su destino. Y la presión a la que esas chicas están sometidas para mantener esa pose a cambio de sentir esa fama perpetuada por un sistema que moralmente tiene muchos puntos de discusión. La realidad de este ámbito no deja a lo ocurrido en Perfect Blue como algo para nada improbable.
Animación: 6. Incluso siendo consciente de que estamos en 1998 y que no es una película que se apoye en lo visual, no he encontrado nada especial por parte de Madhouse en este apartado.
Línea argumental: 9. Sólo ese pequeño tramo de confusión entre lo real o no empaña lo bien escrita que está la historia.
Personajes: 5. Su poca profundidad es mi mayor problema con la obra. Lo que le pasa a Mima me preocuparía mucho más si creyera conocerla un poco mejor.
Duración: 8. Son sólo 80 minutos. ¿Esa falta de profundidad que alego se podría haber corregido con quince minutos más de metraje? Es posible. Pero si paso eso por encima, la historia se cuenta de manera óptima en lo que dura.
Nota para Ruff: 6.5
Es cierto que no he llegado a conectar por completo con la cinta, pero sé apreciar un buen trabajo cuando lo tengo delante. Y por ello entiendo el reconocimiento que Kon Satoshi se ganó en vida. Perfect Blue fue su opera prima, así que por aquí me iréis leyendo, poco a poco, apreciar la evolución que tuvo como director en sus siguientes proyectos. Espero salir muy satisfecho de este viaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario