lunes, 10 de septiembre de 2018

Testing Manga 88 - Ribbon no Kishi (La Princesa Caballero)


Publicación: Enero de 1963 - octubre de 1966
Autor: Tezuka Osamu
Género: Romance, aventuras, medieval
Volúmenes: 5

En el Reino de los Cielos, antes de enviar a los bebés a la Tierra, los ángeles se encargan de asignarles un corazón de hombre o de mujer dependiendo del sexo de su cuerpo. Pero el travieso Tink, en uno de sus habituales despistes, comete un error que lleva a Sapphire, la heredera al trono del reino de Silverland, a nacer con ambos corazones. Lidiando con esta particularidad en su interior, Sapphire tendrá que crecer como príncipe de su país para poder heredar el título de rey cuando sea adulta.


TESTING GENERAL

Tras estrenarme en la obra de Tezuka con Lost World hace unos meses, vuelvo a sus lápices en esta ocasión con una de sus creaciones más influyentes: La Princesa Caballero. Conocida en Japón como Ribbon no Kishi (literalmente "El caballero del lazo"), se le considera el primer exponente histórico del género shojo, y un manga en general rompedor con los cánones de su época. Fue la primera ocasión en la que se pudo ver una historia de amor encuadrada dentro de una aventura, además de la revolución que supuso tener a una protagonista femenina (más o menos) con un papel activo y fuerte dentro de su propia obra. Aunque con matices, eso sí.

Es importante aclarar que hay más de una versión de este manga. Originalmente, se trató de una publicación entre 1953 y 1956 que tuvo además una secuela tan sólo dos años después. Por la razón que fuera, Tezuka no quedó totalmente satisfecho con su serie, así que decidió volverla a escribir y dibujar en 1963, añadiendo varias modificaciones y dando lugar a la versión más conocida y extendida de su historia, a la cual me refiero en esta entrada. Uno de sus principales cambios se da en el estilo de dibujo de Tezuka, muy evolucionado respecto a sus primeras series. En esta época, la influencia que Disney había ejercido sobre él es totalmente palpable, con diseños de personajes y animales en la misma línea que aquellas películas de animación del momento. Incluso en la historia se pueden observar estructuras y giros muy habituales en esos largometrajes.

Tras toda esta presentación, pasemos a entrar en materia. Ribbon no Kishi supuso un cambio en el tratamiento de la mujer en el manga, pero hay que tener muy en cuenta que hablamos de Japón en los años 50-60, un contexto más conservador si cabe que occidente en la misma época. Por tanto, esos valores rompedores que se asocian a su protagonista y a las otras mujeres de la obra hay que cogerlos con pinzas. Si se analizan bajo la perspectiva actual, siguen siendo conductas que podríamos considerar machistas. Pero en el momento en su publicación no era así para nada. Roma no se hizo en un día, así que sin duda hay que valorar la aparición de este manga como un gran avance dentro del feminismo en el género aunque a día de hoy este bastante desfasado. Lamentablemente, más de medio siglo después no me parece que la mayoría de los shojos hayan avanzado en la dirección que La Princesa Caballero pretendía. Su revolucionaria aportación al final no lo fue tanto, por desgracia.

En cuanto a la historia en sí, vuelve a notarse la evolución de Tezuka también en este aspecto y sufre un cambio notable respecto a obras anteriores como Lost World, la cual uso de referencia. Dejan de aparecer gags cada dos viñetas y la línea argumental es mucho más clara, con transiciones entre puntos de acción mucho más suaves y diálogos mejor construidos. En definitiva, un gran paso adelante en todas las facetas del autor. Sigue manteniendo algunas estructuras arcaicas, como ese ritmo tan rápido y característico de sus primeras series, y la ausencia de pausas narrativas que ayuden a asentar lo leído. Poco a poco irá puliendo estos aspectos, consolidando su estilo y avanzando hacia un enfoque más adulto, ya que en este momento sus mangas van orientados completamente al público infantil, tanto en el apartado visual como en el argumental. Y con esto en mente es con lo que debemos valorar esta obra, al fin y al cabo.


TESTING CON SPOILERS

Se podría entrar en multitud de spoilers en este manga, ya que pasan tantas cosas y en tan poco tiempo, que prácticamente sucede algo importante cada dos o tres páginas. Pero esta particularidad también conlleva una pérdida de interés ante la mayoría de giros, ya esperados o simplemente banalizados ante tal cantidad de cambios. Me hace gracia la aparición de enemigos de forma absurda, como la bruja, principal antagonista, que quiere el corazón femenino de Sapphire para que su hija sea más bella. ¿Se supone que Sapphire es más bella que la media por su corazón femenino? ¿No lo es por su cuerpo con independencia de qué corazón tenga, ya que posee ambos tipos? ¿Por qué es la única a la que le van quitando corazones con toda esa alegría? ¿Cuando alguien toma uno de éstos tiene dos corazones iguales? Al príncipe Plastic le colocan el masculino y de repente se vuelve valiente y decidido. ¿Pero no tenía uno ya? Sé que meterme en esto es ir más allá de lo que la historia pretende contar, pero me hace gracia. Volviendo a los enemigos absurdos, la palma se la lleva por supuesto Venus. Quiero pensar que aparece para alargar la historia cuando todo el pescado estaba vendido, porque tela. Vencida por su propia maldición estúpida, además.

Centrémonos ahora en la figura de Sapphire, el estandarte del manga. Una de las mayores virtudes que se le atribuyen a esta obra es el carácter osado de la protagonista, acostumbrados a mujeres en este medio que apenas eran acompañantes de los hombres. Pero si nos paramos a pensar, ¿es realmente Sapphire tan rompedora como se nos quiere hacer ver? Los instantes en los que demuestra mayor resolución coinciden con los que lleva en su interior su corazón masculino, y no es hasta el final donde actúa por sí misma sin tenerlo. Incluso hay una ocasión en plena batalla en el que Tink debe devolvérselo ya que no es capaz de luchar sin él. Menos mal que esto se soluciona durante el último tercio de la historia. Pensemos también en cuál es el detonante por el cual Sapphire, que hasta bien avanzados los capítulos no muestra preferencia por un sexo u otro pese haber nacido mujer, se decide a elegir uno de los dos. No es por otra razón que el amor por Franz Charming. Esto nos lleva a contemplar cómo finalmente, por mucho empoderamiento que se quiera demostrar en la mujer protagonista, no deja de condicionar su destino por algo que hemos visto tantas veces en la ficción: un hombre. Como ya he apuntado, hay que matizar mucho el contenido feminista de esta narración. Y, por supuesto, entenderlo dentro de su contexto histórico y social.

Termino con dos detalles más ligeros. El primero, hacer mención al personaje de Hécate, para mí el más interesante del manga por su posición neutral. Como hija de la bruja, contribuye a alguno de sus planes, pero en el fondo no tiene ningún interés en ellos e incluso ayuda a Sapphire sin intención de recibir nada a cambio. Es difícil encontrar en este tipo de historias personajes que no estén polarizados dentro del esquema bueno-malo, así que ha sido para mí una agradable sorpresa encontrármelo. Además, me gustaba su diseño inicial, más cercano a lo japonés que a lo Disney, y produciendo un interesante contraste entre estilos. Lamentablemente, esta diferencia se fue difuminando a medida que aumentaba su aparición. Y el segundo de estos dos detalles, y que no puedo dejar sin mencionar, es la aparición de referencias de obras clásicas como Hamlet, Cenicienta, La Bella Durmiente, o, la que más me ha gustado a mí, El Lago de los Cisnes. No es ni mucho menos una práctica compleja, pero creo que está bien llevada a cabo y funciona estupendamente.


VALORACIÓN

Dibujo: 7. El estilo narrativo Disney que desarrolla Tezuka tiene en sus diseños la misma línea, lo que hace encajar historia e imagen de manera adecuada.
Línea argumental: 4. No va a ningún lado. Se trata de una sucesión de problemas sin apenas pausa y a los que poco a poco se van poniendo solución a duras penas.
Personajes: 5. En esta época aún no se ha avanzado mucho en el desarrollo de los mismos, pero se perciben los primeros detalles.
Duración: 6. Se me ha hecho un poco larga, sobre todo en la etapa final con la típica amnesia de manga. Se ve que ya viene de lejos.

Nota para Ruff: 5

Como me pasa con la mayoría de obras antiguos, no puedo recomendar la lectura de La Princesa Caballero a un lector estándar. Sólo lo haría en los siguientes dos casos. Uno de ellos es que esa persona esté más o menos avanzada en el mundillo del manga y quiera comprobar de primera mano sus orígenes, a la cual animaría a leerse este manga y todos los que quisiera de la época, entendiendo que prima más en ella el conocimiento y la curiosidad que el entretenimiento puro. El otro caso es que esa persona sea un niño, de unos 10 años aproximadamente, ya que creo que es el público al que este manga está perfectamente dirigido. Fuera de estas dos excepciones, diría que hay cosas mucho mejores que leer. De todas formas, seguiré con Tezuka hasta encontrar uno de sus mangas que me haga cambiar esta opinión sobre él. Y estoy bastante convencido de que lo encontraré.

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