Testing Anime 29 - Code Geass

Emisión: Dividida en dos temporadas
- Hangyaku no Lelouch: 5 de octubre de 2006 - 28 de julio de 2007
- Hangyaku no Lelouch R2: 6 de abril de 2008 - 28 de septiembre de 2008
Capítulos: 50
- Hangyaku no Lelouch: 25
- Hangyaku no Lelouch R2: 25 
Estudio: Sunrise
Género: Ciencia ficción, futurista, mechas

El Área 11, antiguamente conocida como Japón, es una de tantas colonias que el Imperio Sacro de Britannia ha conquistado en los últimos años. En ellas, los ciudadanos de Britannia viven por encima de los nativos, haciéndoles perder incluso su nombre y tratándolos como "Numbers". Lelouch Lamperouge es un estudiante britannian aficionado a las apuestas que, por casualidad, se ve envuelto en una maniobra terrorista por parte de rebeldes japoneses. El objeto de esta revuelta resulta ser una extraña mujer con la capacidad de brindar poder a aquellos que hagan un pacto con ella, y con la que Lelouch se alía para poder escapar de allí. Así, el príncipe Lelouch Vi Britannia, que había permanecido oculto de la sociedad desde su infancia, obtiene un poderoso arma con el que hacer frente al Emperador: la obediencia absoluta del Geass.

TESTING GENERAL

Code Geass es uno de los animes de mi vida. Concretamente, el que más veces he visto de forma repetida desde su emisión. Su excelente guión es el principal responsable de ello, favoreciendo que en cada nuevo visionado de la serie uno pueda centrarse en detalles en los que no ha podido reparar la primera vez. Su fantástico entramado es llevado a cabo por uno de los mejores elencos de personajes que he podido ver en una serie, en el que cada uno de ellos tiene perfectamente justificada su aparición y papel. El protagonista, Lelouch Vi Britania, actúa como la punta de lanza ideal en esta producción con todo el aroma a Death Note. Un poder sobrenatural brindado a una persona con grandes capacidades, la conversión en un símbolo, batallas mentales con la estrategia como máximo valor... No son pocas las similitudes con la historia de Yagami Light, pero en esta ocasión tenemos un gran punto diferencial: hay robots.

No soy especialmente fan de los mechas, pero no me molestan en absoluto si no son el principal atractivo de una serie, como es el caso. En Code Geass juegan un papel fundamental, sí, pero no son la base sobre la que se sostiene el argumento. Además, están utilizados de una forma exquisita, tanto en el plano de las batallas como en su uso estratégico, incluyendo también el avance tecnológico que experimentan a lo largo de los capítulos. Que me den muchas más series de mechas como ésta.

Con todo lo dicho, parecería que estamos ante un anime de excelente factura. Pues lamento decir que no. Las virtudes de Code Geass son varias, y todas ellas maravillosas. Pero junto a ellas conviven otros tantos problemas fatales que me hacen pensar que es una obra limitada a cierto público que no quiera darles tanta importancia, como lo soy yo. El primero y más grave de ellos es lo tramposo de su trama. Giros constantes, soluciones repentinas, situaciones muy pero que muy convenientes para que los planes salgan adelante... Es habitual ver a Lelouch desesperado por una presumible derrota y ver cómo le da la vuelta a todo gracias a una estrategia programada de antemano. Si lo tenía todo tan controlado, ¿por qué se mostraba tan histérico? La serie cae de manera constante en el efectismo, algo que se puede ver incluso en las habituales poses sin sentido de los personajes, siendo esto repetidamente visto en el propio Lelouch.

Otro de los defectos más señalados es el infantilismo reinante en varias etapas del anime. Seguir mostrando el entorno escolar una vez desatada la guerra da lugar a momentos estupidísimos a cuento de absolutamente nada, rompiendo la atmósfera de tensión mucho más de lo que puede considerarse tolerable. El fanservice también tiene su hueco, con escenas y planos de chicas adolescentes que no pintan nada en una serie así. Sumémosle también la estética bishojo y algunas de las actitudes de los protagonistas y ya tenemos a todo el fandom tóxico contento. Termino la enumeración de puntos negativos con uno que no lo es por sí mismo, pero que sí se presta a debate. El ritmo narrativo es endiabladamente veloz, lo que provoca que no dejen de ocurrir cosas sin tiempo para el reposo mental y asimilar lo que acabamos de ver. Paralelamente, conlleva que la acción cambie de blanco casi en cada capítulo, haciendo en ocasiones complicado seguir los acontecimientos y provocando cierta confusión. A mí, con tanto revisionado, es algo que me ha llegado a gustar finalmente, pero entiendo a los que les provoque rechazo de manera inicial.

Parece difícil defender que estamos ante una gran anime tras lo expuesto. Sin embargo, creo que las virtudes de Code Geass son muy superiores a sus defectos. Tiene cosas que no me gustan, sí, pero disfruto tanto de los puntos positivos que apenas llegan a afectarme los negativos. Y más aún si todo el recorrido de la serie nos lleva hasta uno de los mejores finales que ha habido en la historia del anime. All hail Lelouch.

TESTING CON SPOILERS

Nada más empezar ya tenemos una muestra del trepidante ritmo al que se va a desarrollar la serie. Todo comienza de forma muy repentina, y nada más Lelouch hace el pacto con C.C. ya es plenamente consciente de su poder y sus posibilidades, utilizándolo con una tranquilidad ilógica. ¿Soy el único que piensa que todos sus usos del Geass deberían haber sido "Obedece todas mis órdenes"? No es hasta los últimos capítulos cuando empieza a usar este comando. La velocidad de este anime se hace patente sobre todo en la segunda temporada, en la que en cuestión de un episodio los bandos se han invertido y el poderoso Zero ya no tiene aliados, sin dar lugar siquiera a que trate de desmentir ante la Orden de los Caballeros Negros la existencia del Geass. La anexión a la Federación China es una total locura: el trato con los eunucos, el secuestro de Tianzi, la batalla contra Xingke, la vuelta a la colaboración... Un viene y va con el que no resulta nada complicado perderse. Pero, como he dicho, esto ha acabado siendo algo bastante disfrutable por mi parte.

Lo que sí me mosquea un poco más es que el anime sea tan tramposo. Plantea continuamente situaciones límite para salir de ellas de la forma más tonta posible y porque sí. Pongo de ejemplo el momento más sonrojante para mí, que es el de Lelouch dándole a Suzaku la orden de vivir. Suzaku activa el Lancelot y huye de la batalla naufragando en Kaminejima, pero no se nos muestra en ningún momento cómo llegan allí Kallen y Euphemia, las cuales no estaban a bordo del Knightmare. Pasa porque interesa, y ya está. A la trama le vienen bien las conversaciones que se dan entre los personajes aislados y no le importa recurrir a trucos como este para llegar a ellas. Justo cuando se encuentran los cuatro, se abre el suelo y acaban en las instalaciones del Geass, donde Lelouch se hace por casualidad con el Gawain que le acompañará durante la primera temporada. Lo dicho, porque sí.

Pasemos al tema del relleno. Sí, relleno en un anime original. Estrictamente no lo es, pero me diréis vosotros cómo llamar a capítulos como el de perseguir al gato con el casco de Zero, el de los gorros de corazón o todo lo relacionado con el festival escolar y la pizza gigante. En general, todos esos momentos que prolongan la vida escolar de unos personajes que no deberían estar pensando en tonterías. Entiendo que su intención es poner algo de pausa a la historia por un lado, y por otro mostrarnos que, pese a sus batallas, siguen siendo unos adolescentes. Al final, menos Rivalz, todos los miembros del Consejo Escolar tienen un papel más o menos determinante. El de Shirley, concretamente, es sufrir. Pobre mujer. Por cierto, no he hecho mención aún a la descarada publicidad de cierta empresa de pizzas. Ni a C.C. exponiéndose sabiendo que está en busca y captura para obtener un pedazo. No entiendo estas pinceladas tan infantiles en una serie así, la verdad.

Tras regodearme bien en las miserias, vamos con los puntos fuertes. Code Geass contiene uno de los momentos más dramáticos e impactantes de todos los animes que he visto, que no es otro que el genocidio provocado por Euphemia tras el uso involuntario del Geass por parte de Lelouch. Ese giro me deja trastocado cada vez que lo veo, un golpe de efecto brutal. Me parece incluso superior al Zero Requiem, la marca personal de esta serie. Los últimos cuatro capítulos de la segunda temporada son una delicia, con la guerra entre Lelouch y la Orden comandada por Schneizel, como también lo son los de la conclusión de la primera temporada. Es un constante debate por internet si Lelouch sigue vivo, pero para mí no hay discusión. Lelouch está muerto y bien muerto, y no puede ser de otra manera. C.C. dice su nombre y puede entenderse como que la conciencia del príncipe permanece con ella, pero no tendría sentido. El único final válido es el de Lelouch criando malvas.

El uso de los personajes en esta serie es sencillamente perfecto. Poco a poco, se van introduciendo un montón de actores de diferente importancia y se va fijando su lugar, su personalidad y relación con los otros. Cuando llega el momento, todos encajan como engranajes del guión y justifican al cien por cien su inclusión en la historia. No hablo ya de personajes de peso como, por ejemplo, Schneizer. Hablo de gente como Guilford, Gino o Nina. Ninguno está por estar. Un tipo que parecía de relleno como Urabe fue el principal responsable de que Lelouch recuperara sus recuerdos en el inicio de la segunda temporada. No se deja ningún papel al azar, y esto me parece maravilloso.

Termino con varias pinceladas. Me encanta el uso de los Knightmare y su escala de poderes, así como la asociación de cada robot a cada uno de los personajes. Reconocer el Shinkirou, el Siegfried, el Tristan... La tecnología juega un papel vital y las figuras de Rakshata y el conde Lloyd se encargan de ponerle voz a todos los avances. Cuesta a veces determinar cuánto mérito hay en la máquina y cuánto en el piloto, pero la serie nos muestra muy bien qué pilotos son los verdaderamente hábiles. Además, el hecho de utilizar mechas limita la ventaja de Lelouch y su Geass, obligándole a entrar en ese juego militar de forma forzada. La etapa de Mao se hace larga y hasta parece un poco inútil, pero nos muestra la desesperación de aquellos que no pueden controlar el Geass, y nos introduce la futura pérdida de control del poder de Lelouch que desencadenará la guerra. Además, gracias a ello disfrutamos del truquito de aplicarse el Geass a sí mismo utilizando un espejo. Quiero acabar mencionando a Rolo, quizás el único personaje al que vemos experimentar cierta evolución desde su aparición. El momento de su muerte salvando a su hermano es realmente tierno.

VALORACIÓN

Animación: 7. No es especialmente brillante, pero cumple de sobra y tiene algunas escenas resultonas. 

Línea argumental: 9. Está llena de triquiñuelas para seguir adelante, sí, pero la base que plantea es digna de alabanza.

Personajes: 10. Es muy complejo elaborar tal variedad de ellos y darles sentido a cada uno. Los diseños, por cierto, corren a cargo del grupo CLAMP.

Duración: 9. Le sobran capítulos absurdos de relleno que le vendrían bien para asentar toda la información que se va generando.

Nota para Ruff: 8.5

Quiero volver a recalcar lo buenos que me parecen los aspectos positivos de este anime para que, con los evidentes errores que presenta, me siga pareciendo un producto tan estupendo. Podría decir que echaré de menos a Lelouch y compañía, pero teniendo en cuenta que cada pocos años le vuelvo a dar un visionado, no me siento así en lo absoluto. Y más aún con las OVAs y continuaciones no canon que van saliendo. Pero de esto ya hablaremos a su debido tiempo.