miércoles, 27 de mayo de 2020

Un año después... The Promised Neverland (III)


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Un año después... The Promised Neverland - 14 de mayo de 2018
Un año después... The Promised Neverland (II) - 14 de mayo de 2019

El desarrollo de The Promised Neverland me ha dejado hundido. Poco queda ya de la extraordinaria obra que se planteaba en los primeros volúmenes y de sus enfrentamientos mentales. Los problemas que una vez se resolvieron con ingenio, ahora están totalmente entregados a las ametralladoras. No es una novedad, esa fue la tónica de Goldy Pond. Pero ingenuamente pensé que podía ser una excepción, una situación puntual que no cambiaría la historia. Pero lo hizo y a mucho peor. Para qué pensar un plan original si puedes disparar con munición infinita a tus rivales.

Sin embargo, la predominancia de las armas no es el único problema actual de Neverland. Los enemigos no están a la altura, la magia ha conquistado la principal premisa de la serie y los personajes no están bien utilizados. Quién me iba a decir que me iba a quejar de que Emma acaparara demasiado protagonismo. Y quién me iba a decir que se iba a hacer lo que se está haciendo con Ray. Mi decepción ha sido tal que he puesto a la venta los tomos que tenía comprados hasta el momento. Algo en el fondo de mí sabe que pese a ese maravilloso inicio, el resentimiento me va a hacer incapaz de releer todo lo posterior a Goldy Pond. Fue bonito mientras duró, pero duró demasiado poco.

SPOILERS

Ray, hijo mío, ¿qué te han hecho? Resulta evidente que originalmente había otros planes para él que se han visto truncados, ya que su aportación a la historia desde hace tiempo es nula. En esos nefastos capítulos viajando por los Siete Muros, el propio Garabato se da cuenta de lo que sobra este chaval y lo echa para hablar sólo con Emma. Es un total cero a la izquierda y no hay ningún pudor en dejarlo claro. Ya no es que Norman lo eclipse, lo que puede ser entendible, sino que incluso Don y Gilda tienen más presencia que él. En la búsqueda de Mujika y Sung-Joo conocimos a Aishe, la niña criada por demonios que tiene relevancia exactamente en dos capítulos para pasar al olvido tras su flashback. Y aun así ha tenido más importancia que Ray. No estoy nada de acuerdo con la utilización de los personajes en esta última etapa de la obra. ¿Lewis pasándose al bando de los buenos? Como si mantenerlo vivo no hubiera sido ya una mala decisión, se redondea saliendo de la nada con un discurso revolucionario y haciendo reina a una chiquilla sin sangre real porque sí, porque lo dice él. Dos minutos le hicieron falta para convencer a la capital de que no hay que comer humanos. Qué despropósito, de verdad.

¿Os acordáis cuando éste era un shonen diferente? Qué buenos tiempos. Ahora nos encontramos ante lo más genérico del manga de batallas, en el que el enemigo principal, en este caso, la reina, resurge tras su muerte más fuerte que antes. Pero su poder es tan enorme por haberse comido a tanta gente que colapsa ella sola. Lo nunca visto. Aunque no me parece tan mal final teniendo en cuenta que prácticamente hasta el momento en el que sale jamás habíamos tenido ninguna información sobre ella. Un enemigo vacío que hay que vencer porque se nos dice, al que no puedo proyectar mi odio porque no sé nada de él, ni me importa en lo absoluto. Como tampoco me importan Gillan y toda su tropa, que ahora descubrimos que era un tipo súper íntegro y se cometió una injusticia con él. Qué buenos son los buenos y qué malos son los malos. Menos mal que estábamos ante una propuesta fuera de los cánones del género.

El genocidio de Norman sale adelante y descontrola la ciudad con los demonios que pierden su humanidad. Además, gracias a Gillan, se carga a toda la corte. En ese momento, aparece Emma con la promesa hecha y Norman se viene abajo. Y eso sin saber siquiera en qué consiste la promesa, la cual Emma se calla y con un clásico e infantil "luego os lo digo" deja a todo el mundo tranquilo. Se ve que ya no le importa que el peliblanco se haya llevado por delante a saber cuántas vidas. Si lo visto hasta ahora no me había dejado clara la caída en picado del manga, hubo alguien que me ayudó a confirmarlo: Peter Ratri. El antagonista de la serie resulta ser un pelele subordinado totalmente a la reina. En poco más de diez capítulos desde su entrada en escena es superado por un grupo de críos que lo dejan mal de manera constante. Hasta Andrew tuvo más impacto como enemigo que él. La infiltración en Grace Field fue como un paseo por el jardín, en el que el jardinero Ratri refunfuña un poco porque le pisas las orquídeas pero tú acabas haciendo lo que te da la gana. Bueno, y con el hackeo del sistema central de seguridad como clave para ello. Peter Ratri había sido vencido de una forma patética, pero superarse a uno mismo siempre es un reto bonito y pudimos ver cómo se suicidaba después de llorar y robarle un arma a una de las madres de la plantación. Gracias al desdibujo del personaje esa chica se libró de una buena reprimenda.

Isabella, cómo no, no estaba muerta y se posiciona de lado de los niños en su misión de rescate. Posicionamiento que tiene sentido tras haberla visto alegrarse por sus hijos cuando lograron escapar. Más gracia me hace el número de madres en Grace Field. ¿Han puesto a vigilar a cada una cinco niños? Una vez ganan, el autor de forma gratuita hace que un demonio le dé un zarpazo y la mate. Recordemos que hemos visto a una Emma medio fiambre levantarse a luchar tras ser atacada por Lewis. Están hechas de diferente pasta, supongo. Igual que pasó con Yuugo y Lucas, a la trama no le viene bien que haya adultos en el grupo de niños, ya que por lógica pasarían a ser ellos quienes llevaran la iniciativa. Una escena en principio trágica que se vio opacada por el reencuentro con Phil. Qué ganas teníamos de ver a ese morenito.

Y por fin se nos revela la promesa. Emma cuenta que Garabato no le ha pedido nada, lo cual me suena a mentira por todos los costados. Eso mismo sospechan sus amigos, que piensan que es ella la que se va a sacrificar por todos, a lo que responde con que nada de eso, que de verdad no hay compensación. Esto me lleva a pensar en dos opciones. La primera, y más satisfactoria, que en efecto sea una mentira de Emma. En el siguiente capítulo veremos cómo nadie la recuerda, o cómo ha trascendido a algo más que una humana, o alguna historia así que deje ver que su afirmación era una verdad a medias. La segunda opción es que sea tal como dice, y Garabato no haya pedido nada. Me abstengo de decir qué me parecería. Esto no puede terminar tan bien. Hasta Norman y sus compañeros mutantes van a salir bien parados gracias a que van a ponerse vacunas de Adam para frenar las convulsiones. Supongo que pronto podremos hablar mejor de la resolución, ya que tiene toda la pinta de que a este manga le quedan dos telediarios.

The Promised Neverland en el último año...

Desciende

Nota para Ruff: 7.75

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