Testing Manga 63 - Platinum End - 7 de marzo de 2017
Ya han pasado más de dos años desde que comenzó la más reciente obra del dúo de oro del manga japonés y su situación se siente un tanto extraña. No está teniendo apenas repercusión social (apenas se lee sobre ella en los foros) y tampoco las ventas parecen acompañar demasiado. Para tratarse de una serie que debería vender solo por el nombre de sus autores, está pasando sin pena ni gloria entre el público. Pero mirando más allá del cascarón, esto tampoco me parece tan raro. Platinum End es un manga del montón, quizás levemente superior a la media, pero sin ningún punto que lo haga destacar y enamorar a nadie. Cuando lo lees no te aburres, e incluso tiene algunos momentos moderadamente interesantes. Pero siempre me queda la impresión de que, si se terminara mañana mismo, no echaría de menos saber más de él. Y esto hablando de una creación de Ōba y Obata son palabras muy duras. Quizás un anime la ayudaría a despegar. Teniendo en cuenta el tiempo que lleva, puede que no tarde demasiado en anunciarse. Yo no tardaría en dar luz verde para ello, visto lo visto.
SPOILERS
No entiendo muy bien la dirección que sigue este manga. Tenía toda la pinta de presentarnos batallas psicológicas entre los personajes, asociados en bandos. Pero lo que nos ha presentado los últimos doce meses ha sido un enfrentamiento puramente shonen que personalmente no me encaja nada con esta idea. Y más shonen aún eran los personajes. No sé si me parece más ridículo el tío de las metralletas o la drogadicta extravagante. ¿Qué son esas pintas? Voy a perdonar lo del niño con la máscara de Trump porque al final tenía trampita, pero lo de los otros dos es patético. El numerito con la mujer jeringuillas ya ha sido la gota que colma el vaso. La tipa se traía un ratón con ella a modo de explicación, por si de palabra no nos queda claro que el virus mata. Virus bien plasmado en el dibujo como una masa perfectamente esférica. Si lo llevase en forma de gas, ¿cómo podría haberlo matado Mirai con la flecha blanca? De verdad, no hay por dónde coger todo esto. No acabo de procesar que algo así haya salido de la mente de Ōba. Sabes hacerlo mejor, sensei.
Pasamos después al duelo entre Metropoliman y Mirai, en el que escogen jugar con reglas justas cuando todo el mundo sabe que Metropoliman no las aceptaría si no tuviera ventaja. Pero es que incluso para él es estúpido jugar a eso porque tendría incluso más ventaja en una batalla común. Al ser inmune a la flecha roja por estar ya afectado por una, en el primer intercambio de golpes con Mirai le habría sorprendido con la blanca cuando éste no pudiera atravesarle. Pero no, mejor el paripé, que sirve para lo mismo pero más lento. Así pudimos tener páginas y páginas de ambos dos de cháchara vacía y el flashback en el que el tipo mata a su hermana. Y mientras, todo el rato esperando a que el tirillas con la máscara de Trump hiciera algo, porque estaba claro que había algo raro con él. En cuanto se ve la flecha roja en Metropoliman todo queda en evidencia.
Me gustó un poco la resolución de la contienda dejándole el golpe de gracia a Mukaido. Por un buen rato temí que no se atrevieran a dar matarile al enemigo por culpa de Mirai, pero por suerte se lo llevaron por delante bien llevado. Un final de tensión máxima, además, mostrando a cámara lenta cómo las enormes balas perforaban el cuerpo de Metropoliman poco a poco. Ahora la historia cambia de enfoque al tratar con un nuevo enemigo, del que aún conocemos muy poco, y desaparecer la figura de Mukaido, que hacía de guía del grupo principal. Mirai y Saki han evolucionado y deberán llevar las riendas. Esperemos que los cambios hagan que todo vaya a mejor.
Platinum End en el último año
Desciende
Nota para Ruff: 6.5
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