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miércoles, 6 de enero de 2021

FINAL - Platinum End


Testing Manga 63 - Platinum End - Marzo de 2017, 2018, 2019 y 2020

Publicación: 4 de noviembre de 2015 - 6 de enero de 2021
Autor: Ōba Tsugumi (historia), Obata Takeshi (dibujo)
Género: Drama, sobrenatural
Volúmenes: 14

Hasta aquí ha llegado el gran lunar en la carrera de Ōba y Obata. Platinum End por fin nos dice adiós y lo celebro por todo lo alto. No porque el manga en sí se acabe, que me da un poco igual, sino porque así el dúo maravilloso puede pensar en empezar otro proyecto bueno de verdad después de este terrible error. Hace poco sacaron un capítulo especial de Death Note que era muchísimo mejor que esta serie entera, así que capacidad siguen teniendo. Espero que les haya servido, al menos, para comprobar lo que no hay que hacer.

Alguno a quien le haya gustado el manga (digo yo que alguien habrá, por estadística) puede no estar contento con mis comentarios y pensar que estoy siendo muy duro o injusto con él. Que su adaptación al anime se haya confirmado más de cinco años después de su inicio habla por sí solo. Ōba y Obata, tras los tremendos éxitos de Death Note y Bakuman, venden una obra sólo por su nombre. Y ni así, con el tirón que pudiera tener anunciar un anime de estos creadores, lo ha querido ningún estudio hasta ahora. Le auguro poco éxito, aunque seguramente en su inicio no lo hará mal. Son los capítulos en los que parecía que esto iba a ir de batallas de ingenio. A ver cuántos llegan a la parte en la que hacen un corro y hablan sobre si dios existe o es una criatura.

SPOILERS

El despropósito que venía siendo Platinum End no ha bajado el nivel en sus últimos compases. Lo dejamos el año pasado con la absurda manera en la que Saki, Temari y Yumiki se metían en una sala cerrada que les indica Nakaumi, lo cual se ha desbancado muy pronto en el ranking de estupideces. Por lo que sea, las tres se dejan atar y Nakaumi graba a Saki para que Yoneda pueda chantajear a Mirai. El chantaje es estúpido como él solo, ya que Yoneda va a matar a Saki igualmente e incluso se lo dice a Mirai, así que le pone en una situación en la que puede elegir si mueren Saki y él, o si muere Saki sólo. Como Kakehashi es todo lo idealista que se puede esperar del protagonista de un manga, se deja atacar por Yoneda no sin antes soltar un discurso muy bonito sobre el amor. Vuelvo a echar de menos aquí a la tipa con jeringuillas en los dedos.

Yoneda es un tipo muy listo, como se encargaron de mostrarnos cuando pagó en una tienda con el dinero justo, así que ya contaba con que Nasse iba a salvar a Mirai y que iba a tener que amenazarle dos veces. Nasse pierde así su categoría de ángel especial... durante dos capítulos. En el otro escenario, Nakaumi se da cuenta de que no puede matar a una persona que no quiere morir, y eso le lleva ya no a no matar a Saki, sino a desatarla a ella y el resto, y darle la flecha blanca a Temari. ¿Por qué? Eso nos gustaría saber a todos. Pero como sirvió para que este suplicio se acercara al final, tampoco me voy a quejar. Nasse salva a Yoneda del ataque de Temari, recupera sus poderes, y de repente el profesor entiende que se le está yendo de las manos todo eso. Su argumentario se va al garete porque estuvo a punto de morir. Pues vale.

Con el ánimo de establecer la eutanasia universal y libre para todo el mundo, Nakaumi se presta voluntario para ser dios y todos están de acuerdo, aunque Yoneda sigue con el apunte de que será un falso dios. Lo que usted diga, señor. Nakaumi llega así al más allá y comienza a hacerse muchas preguntas, pero lo que me pregunto yo es por qué Yoneda engaña así a la pobre Temari. El mejor personaje de la serie junto a Tonma Rodríguez y Mithrin. Decidme que os acordáis de ellos. Ya en serio, Temari es la única persona normal de este elenco, con una dosis de egoismo que casi cualquier persona presentaría en una situación así, y se ha decidido que sea el perrito faldero del profesor. Es verdad que le paga un buen sueldo, pero le podía ayudar también a promocionar su instagram y hacerla feliz de verdad.

El tiempo pasa y vemos como Mirai y Saki se casan, Yoneda progresa con su investigación de la flecha roja, el hermano de Nakaumi está felizmente trabajando en una obra, Minamikawa tiene novia... Y viene la nueva criatura a fastidiarlo todo. Nakaumi se da cuenta de que el mundo está fatal, pero que en general se va autogestionando de manera que su intervención no es del todo necesaria. No llego a entender bien ese razonamiento. ¿Por qué cree que no hay que salvar a las personas que tienen una vida de desesperación, sin ni siquiera qué comer o dónde dormir? En su vistazo al mundo encuentra niños muriéndose de hambre y su conclusión es... que el mundo está bien como está. Que me lo expliquen. Siguiendo esa línea de pensamiento, entiende que no pinta nada allí y que para eso estaría mejor muerto, dándole además el mensaje de su desaparición al profesor. Nakaumi cumple así su sueño de morirse y esto produce la muerte de todos los seres vivos del planeta, ángeles incluidos. Las últimas páginas nos muestran a unos seres etéreos lamentándose de la pérdida, ya que confiaban en que la vida que habían creado en la Tierra llegara alguna vez a poder acabar con ellos, aburridos de la inmortalidad. No entiendo muy bien a qué viene esto, aunque supongo que estará relacionado con lo de que cuando dios apareció, Nasse ya estaba allí. Tampoco entendí el por qué de eso.
 

CONCLUSIÓN

Me encantaría saber qué pasaba por la cabeza de los autores según iban avanzando su historia. ¿Se darían cuenta en algún momento de lo mal que les estaba saliendo? ¿Es algo que querían hacer de todas formas y se aprovecharon de su estatus para no ser cancelados? ¿Van a pedir que en el anime recorten escenas de acción y alarguen más los diálogos sobre la criatura? Platinum End comenzó muerto, sin un camino claro sobre el que avanzar. Las batallas psicológicas iniciales pasaron muy pronto a puras batallas, para terminar siendo una clase de filosofía. Ninguna de esas etapas llegó a funcionar bien. No voy a exigir que pidan perdón, pero sí que no se vuelva a repetir.

Nota para Ruff: 5.5

sábado, 7 de marzo de 2020

Un año después... Platinum End (III)


Testing Manga 63 - Platinum End - 7 de marzo de 2017
Un año después... Platinum End - 7 de marzo de 2018
Un año después... Platinum End (II) - 7 de marzo de 2019

Platinum End muestra sus cartas y se presenta definitivamente como una clase de filosofía encubierta. Las batallas quedan ya lejos y lo que se lleva más que nunca es debatir sobre la importancia de dios en la sociedad. Ya llevamos un tiempo sin villanos en el horizonte, así que con todos los personajes en el lado bueno no queda otra que establecer emocionantes batallas dialécticas sobre el creacionismo. El que más le dé la chapa a los demás puede convertirse en el nuevo dios y establecer un mundo en el que todo el planeta esté calladito sin molestar. ¿Os acordáis cuando luchaban contra una tipa con jeringuillas en los dedos? Casi lo echo de menos.

SPOILERS

De verdad, qué suplicio. ¿A alguien le interesan realmente las múltiples perspectivas sobre la existencia de dios? ¿En serio este manga iba de esto? ¿Ōba se está quedando satisfecho con la dirección que lleva la serie? Pensaba que lo suyo eran las estrategias y que por eso los candidatos tenían esos poderes de manipulación, tan similares a las acciones previas a la muerte que se podían controlar con el Death Note. Pues nada. Aquí no hay ases escondidos y acabará todo cuando los personajes se pongan de acuerdo. Aunque hay que decir que el último capítulo termina con Mirai disparando una flecha blanca a Yoneda, pero previamente él había aceptado esa situación. Y tampoco me creo que Mirai vaya a asesinarle así sin más, así que algo tendrá detrás que desemboque en otra conversación eterna de dos capítulos.

Susumu, que en su momento parecía el encargado de agitar el avispero tras la muerte de Metropoliman y la revelación de que él estaba detrás de sus planes, ha muerto. El que era el enemigo a superar, el elemento desestabilizador, ha caído con el ataque de un francotirador con la menor de las gracias. Los autores se lo han quitado de en medio. Se ve que no tenía mucho que aportar en la gran disertación que ha acabado definiendo a dios como una criatura. Ojalá hubieran muerto todos en ese ataque y nos hubiéramos librado de los discursos.

El papel de enemigo, por decirlo de alguna manera, recae ahora sobre Yoneda. Es el rival a batir por Kakehashi, pero su postura es bastante coherente. No cree que tenga que haber un dios, o una criatura, o lo que sea, y todos los candidatos deben morir a la vez. Mirai, Saki y Temari no están de acuerdo, así que según como quiera uno verlo, puede que los malos sean realmente ellos, por egoístas. No acabo de ver del todo a Yoneda, me parece demasiado estereotipado para un manga de estos autores. Es bastante ridículo cómo en el flashback, para evidenciar lo listo que es, le hacen pagar en la tienda con el dinero justo y ordenado. Wow, digno de un genio. Eso sí, comparto totalmente con él su repulsión a las interacciones sociales. Años de trabajo de cara al público también me han hecho odiar a las personas.

Como puntos interesantes, quiero mencionar un par de detalles. El primero, el ángel de Nakaumi hablando de que tiene esperanza en Mirai, dando por perdida cualquier opción de victoria de su candidato, y más aún al ser acertado por la flecha roja de Yoneda. El segundo, y más importante, la presunta capacidad de Nasse de tocar a Mirai. Una habilidad tan básica es suficiente para poner a Yoneda alerta, observando aquí lo que tan bien se le da a Ōba en el apartado de las estrategias y juegos mentales. Lástima que esta sensación se vaya al carajo cuando en el último capítulo, tras quedarse Mirai a solas con Yoneda, Saki y compañía decidan irse a la base del enemigo y caer en su trampa. ¿Qué necesidad había, dado su poder de volar a velocidad supersónica, de meterse en la boca del lobo en vez de irse a su propia base, a su casa, o a dónde les hubiera apetecido? A cualquier lugar donde la emboscada no fuera evidente. Engañados por un niño de 13 años. Patético. En fin. ¿Se acaba ya o voy a tener que bajarle la nota cada año?

Platinum End en el último año

 Desciende

Nota para Ruff: 6

jueves, 7 de marzo de 2019

Un año después... Platinum End (II)


Testing Manga 63 - Platinum End - 7 de marzo de 2017
Un año después... Platinum End - 7 de marzo de 2018

Un año más de Platinum End y un año más que no entiendo el rumbo que sigue esta serie. Si en la última entrada hablaba de que esto parecía un shonen de batallas, ahora ha mutado hacia... ¿un ensayo sobre el existencialismo? No es una novedad en los mangas guionizados por Ōba que las páginas estén llenas de texto, pero hasta ahora siempre han ido en sintonía con el manga y en ningún caso llegaban a cansar. Pues ha llegado el momento. Los personajes más aburridos de su carrera se tiran el día hablando y dándole vueltas a los mismos temas una y otra vez. ¿Cuándo se va a terminar esto? Por lo que estamos viendo, podría hacerlo en relativo poco tiempo y acabar por fin con este sufrimiento. Y seguimos sin noticias del anime. Por algo será.

SPOILERS

Los enfrentamientos se han terminado y los candidatos han decidido resolver sus problemas hablando. En qué momento. Tenemos a Mirai, soso como nadie, sin ideas propias y diciendo nada cada vez que abre la boca. Saki es incluso peor, dependiente de Mirai para todo. Temari, más allá de su diseño, no tiene absolutamente ningún interés, dejando que los demás decidan por ella mientras le dejen vivir a su aire. Nakaumi directamente se quiere morir. Susumu es el único con capacidad de dar juego, y por la razón que sea, los autores han decidido eliminar la opción de que actúe individualmente sometiéndole al grupo. Y ahora tenemos al profesor Yoneda, que hasta la fecha sólo ha hablado largo y tendido sobre dios como si a alguien le importara lo más mínimo. En serio, ¿de qué va este manga?

La pasividad de los candidatos llega hasta tal punto que tiene que entrar en juego la pareja de policías para que la trama pueda avanzar. Y aún así, avanza mal. La aportación de Temari ha sido dejarse capturar para luego escapar, y la de Nakaumi, regodearse durante un largo rato charlando sobre lo bien o mal que está suicidarse. Entretanto, se ha unido al grupo Minamikawa por accidente para no sé muy bien el qué, y ahí que se va a quedar. No sé qué deparará el futuro ahora que están todos los candidatos juntos, pero ojalá que sea nombrar a uno de ellos como dios y que todos sean felices. Venga, siguiente manga, que este os ha salido rana. Dos capítulos simplemente para que el profesor Yoneda saliera a escena. En una serie mensual. Yo me hago cruces.

Platinum End en el último año

 Desciende

Nota para Ruff: 6.25

miércoles, 7 de marzo de 2018

Un año después... Platinum End


Testing Manga 63 - Platinum End - 7 de marzo de 2017

Ya han pasado más de dos años desde que comenzó la más reciente obra del dúo de oro del manga japonés y su situación se siente un tanto extraña. No está teniendo apenas repercusión social (apenas se lee sobre ella en los foros) y tampoco las ventas parecen acompañar demasiado. Para tratarse de una serie que debería vender solo por el nombre de sus autores, está pasando sin pena ni gloria entre el público. Pero mirando más allá del cascarón, esto tampoco me parece tan raro. Platinum End es un manga del montón, quizás levemente superior a la media, pero sin ningún punto que lo haga destacar y enamorar a nadie. Cuando lo lees no te aburres, e incluso tiene algunos momentos moderadamente interesantes. Pero siempre me queda la impresión de que, si se terminara mañana mismo, no echaría de menos saber más de él. Y esto hablando de una creación de Ōba y Obata son palabras muy duras. Quizás un anime la ayudaría a despegar. Teniendo en cuenta el tiempo que lleva, puede que no tarde demasiado en anunciarse. Yo no tardaría en dar luz verde para ello, visto lo visto.

SPOILERS

No entiendo muy bien la dirección que sigue este manga. Tenía toda la pinta de presentarnos batallas psicológicas entre los personajes, asociados en bandos. Pero lo que nos ha presentado los últimos doce meses ha sido un enfrentamiento puramente shonen que personalmente no me encaja nada con esta idea. Y más shonen aún eran los personajes. No sé si me parece más ridículo el tío de las metralletas o la drogadicta extravagante. ¿Qué son esas pintas? Voy a perdonar lo del niño con la máscara de Trump porque al final tenía trampita, pero lo de los otros dos es patético. El numerito con la mujer jeringuillas ya ha sido la gota que colma el vaso. La tipa se traía un ratón con ella a modo de explicación, por si de palabra no nos queda claro que el virus mata. Virus bien plasmado en el dibujo como una masa perfectamente esférica. Si lo llevase en forma de gas, ¿cómo podría haberlo matado Mirai con la flecha blanca? De verdad, no hay por dónde coger todo esto. No acabo de procesar que algo así haya salido de la mente de Ōba. Sabes hacerlo mejor, sensei.

Pasamos después al duelo entre Metropoliman y Mirai, en el que escogen jugar con reglas justas cuando todo el mundo sabe que Metropoliman no las aceptaría si no tuviera ventaja. Pero es que incluso para él es estúpido jugar a eso porque tendría incluso más ventaja en una batalla común. Al ser inmune a la flecha roja por estar ya afectado por una, en el primer intercambio de golpes con Mirai le habría sorprendido con la blanca cuando éste no pudiera atravesarle. Pero no, mejor el paripé, que sirve para lo mismo pero más lento. Así pudimos tener páginas y páginas de ambos dos de cháchara vacía y el flashback en el que el tipo mata a su hermana. Y mientras, todo el rato esperando a que el tirillas con la máscara de Trump hiciera algo, porque estaba claro que había algo raro con él. En cuanto se ve la flecha roja en Metropoliman todo queda en evidencia.

Me gustó un poco la resolución de la contienda dejándole el golpe de gracia a Mukaido. Por un buen rato temí que no se atrevieran a dar matarile al enemigo por culpa de Mirai, pero por suerte se lo llevaron por delante bien llevado. Un final de tensión máxima, además, mostrando a cámara lenta cómo las enormes balas perforaban el cuerpo de Metropoliman poco a poco. Ahora la historia cambia de enfoque al tratar con un nuevo enemigo, del que aún conocemos muy poco, y desaparecer la figura de Mukaido, que hacía de guía del grupo principal. Mirai y Saki han evolucionado y deberán llevar las riendas. Esperemos que los cambios hagan que todo vaya a mejor.

Platinum End en el último año

 Desciende

Nota para Ruff: 6.5

martes, 7 de marzo de 2017

Testing Manga 63 - Platinum End


Publicación: 4 de noviembre de 2015 hasta la actualidad
Autor: Ōba Tsugumi (historia), Obata Takeshi (dibujo)
Género: Drama, sobrenatural
Volúmenes: 4 en la publicación de esta entrada

Kakehashi Mirai ha perdido las ganas de vivir y decide poner fin a su desgraciada vida saltando al vacío desde un edificio. Cuando se supone que todo debe terminar, es salvado por un ángel de nombre Nasse que le ofrece una manera diferente de seguir viviendo. Mirai obtiene entonces una serie de poderes con los que cambiar radicalmente su destino y poder ser feliz, pero a su vez pasa a participar en un juego de supervivencia entre trece personas como él. El ganador obtendrá el mayor premio de todos los posibles: ser nombrado sucesor de Dios.


TESTING GENERAL

Se hicieron conocidos en todo el mundo con Death Note. Confirmaron su talento con Bakuman. Y, tras varios años de parón en su trabajo conjunto, el dúo maravilla del manga juvenil volvió a finales de 2015 con otra serie que empezó a vender sólo con el nombre de sus autores. El salto previo desde el suspense al slice of life pudo hacer pensar que su siguiente obra vendría de nuevo a través de otro género diferente, pero la pareja decidió volver a sus orígines mezclando lucha psicológica y fantasía. Después del amargo sabor que dejó a mucha gente el final de Death Note, podía ser la forma ideal de redimirse. Pero desgraciadamente, en esta ocasión no han dado con la tecla.

Platinum End se parece mucho a la serie de Yagami Light y L. Quizás hasta demasiado, lo que provoca una inevitable y constante comparativa con el manga de shinigamis. Un protagonista que se encuentra con un gran poder, aliados con habilidades similares y la capacidad de controlar a otras personas. Sin embargo, el gran atractivo de Death Note era ese enfrentamiento entre los personajes principales, cargados de carisma y con los que te posicionabas al poco tiempo de conocerlos. En Platinum End tenemos a un Kakehashi Mirai que no hay por dónde cogerlo. Es aburridísimo y evidentemente inferior a su rival, que no se queda atrás en lo que a ausencia de feeling con el lector se refiere. Los secundarios siguen la misma línea, sin uno solo que despierte cierto interés en su manera de actuar o personalidad. Si una obra así flaquea de tal manera en los personajes, poco jugo puede sacarse.

La trama y el desarrollo de los acontecimientos no están mal del todo. Pese a los problemas descritos, la historia avanza en la dirección correcta y resulta bastante entretenida. No ha habido momentos de máxima tensión, pero tampoco he llegado a aburrirme nunca. El problema es que los autores de esto son Ōba y Obata. Y, al menos yo, con este resultado no me quedo satisfecho. Mi nivel de exigencia es tal que hasta el alabado muchas veces por mí dibujo de Obata no logra satisfacerme en esta ocasión.


TESTING CON SPOILERS

Quiero pensar que el motivo del coñazo de personaje que es Mirai es jugar con las diferentes personalidades que un protagonista puede tener. Light era cruel y calculador, Mashiro alegre y constante en su trabajo, y ahora le toca el turno a un cobarde que se superará a sí mismo. Como idea no está mal, pero la ejecución ha tenido un resultado desastroso. No sé si como consecuencia de esta evidencia, o porque ya se tenía pensado previamente, el peso de la trama en el bando bondadoso pasó a ser llevado por Mukaido, con algo más de interés que la parejita. Como contraparte a Mirai, Metropoliman encarna los valores negativos típicos de un villano y pone demasiado fácil odiarle, lo que otorga muy poco atractivo al personaje pese a ese vano intento de humanizarle que es resucitar a su hermana. A su lado está Sokotani, el feo que ahora es guapo, con una trasfondo bastante ridículo y del que no vale la pena ni hacer comentarios.

Como he dicho, el desarrollo de la historia no es malo. El problema viene cuando se crean unos personajes tan vacíos que no logran darle interés a sus acciones. No he sentido en ningún momento nervios por saber cuándo va a morir Mukaido, por si Lepel conseguirá subir de nivel o por cómo se las va a arreglar Mirai para enfrenarse a Metropoliman. Ni siquiera me causa especial curiosidad quiénes son los candidatos a dios restantes. No es que me aburra leyendo, pero todo me causa cierta indiferencia que achaco sobre todo a mis expectativas previas hacia la serie. Una cosa sí. Y es que aunque antes haya comentado que el dibujo no me ilusionaba, tengo que mencionar la gran excepción del personaje de Mithrin, la erótica asesina lesbiana a las órdenes de Metropoliman. Mis diez ahí. 


VALORACIÓN

Dibujo: 7. Quizás es por haberme acostumbrado a él, pero creo que Obata no logra brillar en esta obra como sí lo ha hecho en otras tantas.
Línea argumental: 6. En buena dinámica, aunque no llega a sorprender como seguramente se esperaba de ella.
Personajes: 4. No consiguen hacerte empatizar con ellos y se limitan a cumplir su papel. Para mí, el gran error del manga.
Duración: 8. Prácticamente acaba de empezar y le queda muchísimo que contar. Tenemos serie para años.

Nota para Ruff: 6.75.

Estoy convencido de que si leyera este manga sin saber quiénes son los autores, mi valoración sería totalmente diferente y probablemente más alta. ¿Está bien exigirles más a estos por lo hecho anteriormente o tendría que entender cada obra de manera individual? Cualquiera de las dos perspectivas me parecen correctas, pero aquí quiero contar todo como lo siento. Por otro lado, pocos son esos autores a los que puede exigírseles más porque sus anteriores trabajos son tan buenos. A veces ser privilegiado tiene consecuencias como esta.