Publicación: 2000 a 2007
Autor: Urasawa Naoki
Género: Misterio, ciencia ficción
Volúmenes: 22+2 (21st Century Boys)
Endo Kenji es un joven a cargo de una tienda que también tiene que hacerse cargo de su sobrina bebé Kanna. A su alrededor empieza a ver extrañas desapariciones y asesinatos, casi todas relacionadas con una especie de secta dirigida por un tal "Amigo". Según va investigando, descubre que todo lo que ocurre está relacionada con su infancia y la de su grupo de amigos. Poco a poco la influencia de "Amigo" va creciendo y Kenji decide averiguar qué es lo que está pasando y por qué tiene que ver con él.
TESTING GENERAL
Según iba leyendo 20th Century Boys me daba cuenta de que estaba leyendo algo diferente a lo que había leído hasta ese momento. Me invadía la sensación de que, a diferencia de la mayoría de mangas que he leído, este estaba hecho con muchísima dedicación y cuidado. No me daba la impresión de que el argumento estaba modificado influido por la opinión del público de la obra, y me parecía que todo estaba calculado y contado al ritmo que el autor quiere. Y esto es algo bastante difícil de conseguir en el mundo en el que las ventas y la reputación lo son todo. Pero claro, si has creado algo muy bueno desde el inicio, ¿qué necesidad hay de cambiarlo?
El argumento inicial no es demasiado llamativo. La historia comienza simple, y como una red empieza a tejer relaciones entre personajes, sus pasados, y sus futuros. Entramado muy complejo además, que desde el principio se complica y plantea misterios de forma casi continua que tardan en tener respuesta. Pero la tienen, y normalmente, muy satisfactoria. Quizás se puede hacer complicado de seguir, pero una obra de estas características no puede ser fácil de leer nunca. Hay que ponerle dedicación y asimilar cada viñeta, cada página. Recordar nombres y detalles. Zambullirte en la historia e ir resolviendo todo lo que plantea a la vez que lo hacen los personajes.
TESTING CON SPOILERS
¿Quién narices es Amigo? La eterna pregunta que nos hacemos continuamente al leer este manga. Y cuando por fin lo descubres, al menos a mí me invadió de golpe un "¿¿Pero cómo no pude haberlo adivinado antes??". Las evidencias dejadas por Urasawa son tan sutiles que no reparas en ellas mientras vas leyendo. Pero cuando sabes la respuesta, recuerdas muchas de ellas y te das cuenta de cómo ha jugado contigo. La primera y más clara: la confusión al leer los kanjis del nombre Hattori como Fukubee. Suponiendo que conozcas el manga y anime "Ninja Hattori", emitido por varias cadenas autonómicas, habrás reconocido la máscara del protagonista de esa serie tapando la cara de Amigo. Y dos más dos, cuatro. Pero Fukubee estaba tan tapado y con tal falsa coartada que lo descarté a la lista de "posibles amigos" en vez de encabezarla. Pero tampoco la encabezaba nadie. No tenía ni idea de quién podía ser.
No tengo calificativos que hagan justicia a como el autor logra crear tal atmósfera desconcertante, tenebrosa incluso, al círculo que forma Amigo. Con Manjome como estandarte, habiendo tenido controlada desde el inicio a Kiriko, haciendo que se cumplan todas las profecias de forma sorprendente... Y esa cara tapada por las máscaras y por la bandera. Sí que es verdad que me dejó un poco fría la identidad del segundo amigo, pero analizándolo con el pensamiento de que el primero era la búsqueda de una identidad conocida, la irrelevancia de la segunda identidad provoca que aunque el lector busque un candidato, la historia no repite lo que ya se ha sucedido durante varios tomos. Y qué mal rollo da Sadakiyo también.
Los personajes principales son geniales, definidos desde su niñez y aportando cada uno de una manera diferente. La ausencia de Keroyon y su futura aportación en la historia me hace ver que Urasawa no quería que esta fuera la típica historia en la que todos los amiguitos colaboran y ganan. Hay algunos que se asustan, que decepcionan a los demás. Protagonismo que desplazan en otros que parecían no tenerlo, situaciones que no creías que iban a tener la presencia de otros tantos. Me vale también para esta situación el no saber nada de Maruo en el futuro y verlo mucho después, cuando ya se le daba por desaparecido de combate.
Al complicado y elaborado guión le acompañan una gran cantidad de referencias culturales, encabezadas por las musicales que seguro que un amante del género disfrutará mucho. Desgraciadamente yo no soy uno de ellos, pero sirve para ver la puntillosidad del autor incluso con cada pequeño detalle. También se citan mangas antiguos, se citan personajes célebres, películas. Todo introducido desde una gran labor de documentación y pasión del creador por que su manga no sea una lectura plana.
Pero no todo es bueno, aunque sí casi todo. No me gustan las resurrecciones milagrosas o no muertes, ni me gustan esas memorias selectivas que van recordando lo que justo procede en el momento oportuno. Que Kenji siga vivo tras explotarle una bomba en las narices resulta un poco ridículo. Como también es ridícula su "muerte", quedándose embobado ante Amigo en vez sacar su culo del robot. La memoria de los personajes, sincronizada para recordar prácticamente lo mismo, también es mosqueante. ¿Ninguno se daba cuenta de que Fukubee no era de su grupo de críos? Los pequeños detalles vale, pero algo tan significante como eso no queda de la mejor manera posible. De todos modos esto es un manga, y con según qué elementos hay que ser transigente. Y más aún si es para crear algo tan grande como 20th Century Boys.
VALORACIÓN
Dibujo: 9. Es una historia cotidiana, sin habilidades sobrehumanas que necesiten una gran escenificación y representación de la acción. Un dibujo sencillo, con mucho diálogo y acorde a la compleja historia que quiere contar.
Línea argumental: 10. Fantástica. Durante todos y cada uno de los tramos de la historia hay un interés en lo que va a suceder. La tensión en determinados puntos es notable, y es que la trama nunca deja de avanzar.
Personajes: 10. Muchos y buenos. Destacando por encima de todos el grupo protagonista y el dúo rival de Amigo y Manjome. Tras ellos, un innumerable plantel de secundarios con su función y su personalidad perfectamente asignada.
Duración: 10. La necesaria. Esta historia está contada en sus debidos tiempos, con sus explicaciones, sus pausas, sus lincencias... y en ningún momento parece que le falten o le sobren páginas. Excelente.
Nota para Ruff: 10.
El mejor manga que he leído nunca. Un relato cercano a la obra maestra que pudiera ser un manga. No te deja indiferente. Además, tiene una característica, quizás no valorada por otros, pero sí para mí, que es que se presta a una relectura. Muchas series se pueden releer, pero estoy seguro que cuando vuelva a leer 20th Century Boys voy a entenderla de una forma distinta, reparando en detalles y pistas que en primera instancia no estuve ni cerca de ver. Y seguro que volveré a maravillarme. Muchas gracias, Urasawa-sensei.
