domingo, 29 de diciembre de 2019

Un año después... Shingeki no Kyojin (Ataque a los Titanes) (VI)


Testing Manga 26 - Shingeki no Kyojin - 29 de diciembre de 2013
Un año después... Shingeki no Kyojin - 29 de diciembre de 2014
Un año después... Shingeki no Kyojin (II) - 29 de diciembre de 2015
Un año después... Shingeki no Kyojin (III) - 29 de diciembre de 2016  
Un año después... Shingeki no Kyojin (IV) - 29 de diciembre de 2017
Un año después... Shingeki no Kyojin (V) - 29 de diciembre de 2018

Suelo abrir mi opinión anual acerca de los titanes mencionando que se siguen abriendo nuevas incógnitas cada vez que se cierra una antigua, pero en esta ocasión me toca cambiar un poco el discurso. Esto va llegando al final y por primera vez siento que, sobre todo, en este último año lo que hemos tenido han sido respuestas. Algo que a todas luces parece un motivo de celebración, ¿verdad? Sin embargo, esas respuestas no han sido todo lo satisfactorias que me habría gustado y me han dejado un regusto amargo.

La meticulosidad de Isayama con su obra está fuera de toda duda, y todo lo que va revelando siempre tiene un detalle que evidencia lo alejadas que están sus decisiones de la improvisación. No es eso lo que me molesta. Me quejo de que su historia echa mano de algunos recursos tramposos que, por mucho que tuviera pensados desde el mismo inicio del manga, no creo que sean los que Shingeki no Kyojin me habían hecho esperar. Tengo la pequeña esperanza de que en un futuro se expliquen mejor y me dejen más conforme, pero con la pinta que tiene esto de no quedarle más de dos años, se me antoja difícil. La sustitución de memorias y todo lo relacionado con viajes en el tiempo es un embolao del que es muy difícil salir impune. Hay mucho que comentar, así que se viene uno de los testings más largos de estos siete años de blog.

SPOILERS

Viajes en el tiempo. Los dichosos viajes en el tiempo. Desde el primer capítulo del manga, en el que Eren de niño se sorprende ante el cabello largo de Mikasa, ha estado en el aire que de alguna manera había podido verla en el futuro. Pudimos verlo confirmado cuando Kruger mencionó a Armin y Mikasa sin conocerlos y antes de que nacieran. Y ya por fin tenemos una explicación: el titán de ataque es capaz de trascender en las memorias de sus usuarios futuros y pasados, afectando a sus actos y modificando el presente con ello. Por tanto, Eren se descubre como el impulsor de todo lo que llevamos visto desde el inicio de la serie, utilizando a Grisha para llegar al punto en el que estamos hoy en día. ¿Por qué no me gusta esto? Porque de esta forma tenemos que aceptar que Eren ha visto su futuro y es consciente de qué cosas deben ocurrir o no para llegar a su objetivo. Por eso deja morir a Sasha y por eso deja que los habitantes de los muros que bebieron el vino se conviertan en titanes. Y por eso cualquier decisión extraña que observemos tenemos que darla por válida con el argumento "Eren lo hizo así porque había de hacerse así". Y eso no mola.

¿Por qué Eren y Zeke no se unieron y activaron la coordenada en su primer encuentro en Liberio? Si Zeke ya tenía su plan claro, ¿por qué esperar? No hay constancia de que haya que estar a determinada distancia para que la coordenada afecte a los eldianos unidos por los caminos y, por tanto, que haya que viajar a Paradise. Además, se supone que ese plan también incluye dejar estériles a los eldianos de Marley. ¿Qué importa hacerlo en un lugar o en otro? Podemos pensar que la segunda parte del plan, la de activar el retumbrar, si necesita estar cerca de los muros. ¿Por qué no entonces proceder a la esterilización en Marley, sin que nadie se entere, y dejar el retumbar para después? Desde luego todo parece decidido por conveniencia del guión... hasta la maldita justificación del visionado futuro de Eren. "Eren sabía que para lograr el triunfo completo tenía que hacerlo en tal momento y de esta manera". Pues vale. Adiós a toda lógica mientras esto siga valiendo.

El mundo onírico en el que existe la figura de Ymir. ¿Qué demonios es eso? No sólo ya por la absurda representación de la niña haciendo cosas con arena, si no por el jueguito que Eren y Zeke se traen desde que entran. Primero Zeke se hace el encadenado y deja que Eren descubra sus intenciones, para revelar que el encadenado es Eren y él es el que manda. Se hace su flashback para enseñarle lo malo que era su padre y, ¡oh! En medio de esos recuerdos es Eren el que vuelve a dominar. Se acaba el flashback y Zeke de nuevo tiene control sobre Ymir. Eren rompe unas cadenas metafóricas y con un discursito es ahora el que convence a la cría. Horrible y cansadísimo. A todo esto, espero que Isayama se digne a explicar de una manera convincente lo del titán que mete a Zeke medio muerto en su estómago y lo saca de ahí vivito y coleando, porque aqui sí que no hay previsión de Eren que valga. Magia porque sí y listo. 

Hablando de magia, me ha parecido demasiado mágica la forma en la que Ymir se convierte en el titán original. Personalmente, esperaba una razón más "científica" para el origen de todo, si se me permite el término. Me he acostumbrado demasiado a lo calculado que estaba todo en esta obra para ahora recibir tanta información llevada por lo aleatorio. Vemos en su flashback que muere tras ser atravesada por una lanza. Teniendo ella poderes de titán, ¿por qué no se sanó en ese instante? Sus tres hijas, llamadas igual que los tres futuros muros de Paradise, se comen su cadáver y obtienen así su poder compartido. Sabemos que éste se dividió hasta los nueve poderes. Si siempre los descendientes se han comido los cadáveres de los anteriores titantes, ¿por qué se detuvo en nueve?

Todo lo ya comentado ha contribuido, por desgracia, a que mi concepción de Shingeki no Kyojin haya empeorado un poquito respecto al altar donde estaba. Pero no demasiado, ya que en este tiempo también hemos podido leer momentos realmente buenos. Los capítulos de batalla en la ciudad desde la estratagema de Pieck (la amo) para que Galliard se comiera a Eren hasta que su cabeza derribada por Gabi cae en la mano de Zeke son una maravilla. Lo bien que se le dan a Isayama los enfrentamientos masivos y lo bien que coordina los tiempos y los momentos de tensión. La transformación de los eldianos en titanes por el vino, la muerte de Colt abrazado a Falco durante su transformación, el tiro de Gabi que descabeza a Eren... En pocos capítulos me ha dejado con la boca abierta varias veces. Qué penita me han dado las muertes como titanes de Nile y Pixis, convertido en el titán escamoso que la gente pedía. Por fin hemos visto a Eren utilizar el poder del martillo de guerra. ¿Le veremos en algún momento usar la habilidad de controlar su titán por control remoto mientras se refugia en un cristal? Eso sí, nuevo tirón de oreja al autor por esos dirigibles llenos de marleyanos que aparecen de la nada y a quien nadie ha visto llegar.

No había yo empezado con el blog cuando Annie abrió los ojos por última vez. Qué tremenda ilusión verla de nuevo. Tengo mucha curiosidad por saber qué papel va a desempeñar ahora que el retumbar se ha activado y Eren es una médula espinal con forma de estegosaurio, ya que no parece que pueda tener demasiada capacidad de influencia en este contexto. Igual que por ver cómo vuelve Levi, a un paso de la muerte y salvado por Hange. Después de humillar por enésima vez a Zeke, el barbudo se lo devolvió en un acto bastante iluso por parte del soldado. La amenaza con la lanza de trueno era una buena idea, pero lo suyo habría sido marcarse un farol y habérsela incrustado sin pólvora. Si quiere volver a dar guerra como antes de la explosión, no tiene más que aprender de Reiner, continuamente a un paso de palmarla pero siempre salvándose en el último suspiro. En esta ocasión, el titán de Falco estaba a un mordisquito de librarnos de él, pero Galliard se sacrificó sabe dios por qué. De quien no nos libramos y no puedo estar más alegre es de Sasha, siempre inmortal y conviertiendo en fantástico cada uno de los flashback en los que la veamos hacer el idiota.

Shingeki no Kyojin en el último año

Desciende

Nota para Ruff: 9.25

No hay comentarios:

Publicar un comentario