miércoles, 9 de enero de 2013

Testing Manga 03 - Bleach



Publicado: Agosto de 2001 hasta la actualidad
Autor: Kubo Tite
Género: Aventura, Fantasía, Acción
Volúmenes: 57 actualmente


TESTING GENERAL

Cuando hablé de Naruto, dije que calificaba esa serie dividida por partes. Pues con Bleach, procedo de la misma manera, pero de una forma más radical incluso. El manga comienza bien, con sagas introductorias algo aburridillas en ocasión, pero que pueden tomarse como necesarias para un correcto marco. Pero a partir del sexto tomo, la serie toma un rumbo absolutamente épico, digna de ser calificada como devoradora de capítulos para un servidor. La épica saga de la Soul Society pone a Bleach en la delantera de las series shonen del momento. Pero tras ella, la calidad de la historia comienza a disminuir. Primero sin mayor problema, aunque algo muy bueno baje el nivel, sigue siendo bueno. Pero más tarde, ya pasa a ser una serie regulera, aún aguantable, para convertirse en un sin sentido en estos últimos años.

Soy muy crítico con Bleach. El demostrarme en sus primeros compases de lo que es capaz esta serie, consigue decepcionarme continuamente cuando veo su rumbo posterior. A Tite le acaba pudiendo la sorpresa y la imprevisibilidad por encima de lo racional y esperable. Y lo que algunos pueden ver como una virtud, para mí es todo lo contrario. El autor abusa de lo absurdo, y cada vez más según avanza el manga, dando lugar a apariciones de personajes, técnicas y situaciones que hacen plantearse seriamente su concepto de la lógica.


TESTING CON SPOILERS

Empezaré con los puntos positivos. La saga de la Soul Society, como he mencionado, es el punto culmen de Bleach. Un ritmo frenético, una cuenta atrás manida pero efectiva que atrapa al lector, un "Ichigo contra el mundo" que no sabes hasta cuándo aguantará... Las claves son muchas. Ir descubriendo a los integrantes del Gotei 13, cómo Ichigo va mejorando sus poderes... Y el culmen del culmen, el Ichigo vs Byakuya. Con diferencia el mejor momento del manga.

Pero los puntos negativos solapan completamente a los positivos. Comenzaré con una enumeración.

- La evolución de Ichigo es absurdamente rápida. En apenas unos días como shinigami, supera el poder de capitanes de escuadrón.
- Esa evolución produce que el poder de sus compañeros queden en un lugar patético. Sado (o Chad) no hace más que aumentar su poder, y aún así sigue pareciendo un completo inútil.
- Si seguimos en la línea de los compañeros de Ichigo, no hay personaje más maltratado que Tatsuki, dándole inicialmente una importancia que al final se ha quedado en nada.
- El nivel de poder que consigue Aizen es tan absurdamente enorme, que solo puede ser vencido por algo aún más absurdo. Porque sí, Mugetsu lo es.
- Kon de gracioso tiene lo que yo de blogger.
- Prefiero no comentar nada sobre la saga de los Fullbring. Y menos aún sobre el hecho de que hace poco se haya visto que están vivos.
- Pese a la exclusividad que significa conseguir el bankai, hasta el más tonto lo tiene.

Todavía no entiendo por qué el padre de Ichigo le ocultó a su hijo que él era shinigami también. Tampoco entiendo que si Yoruichi era o es un shinigami, no tenga zampakuto. Tampoco si Kurosaki era un Vizard desde el inicio, o se convirtió en uno por algún acontecimiento. Tampoco entiendo el motivo de Aizen de (JA!) controlar toda la vida de Ichigo desde que nació. Y lo peor es que seguramente nunca obtenga una respuesta. Lo malo es que muchos de sus lectores ni siquiera se acuerdan de que hay tantos apartados que necesitan respuesta. Aunque lo peor es que parece que ni siquiera el mismo Tite se acuerda tampoco.

Entrando en la materia de la nueva saga, la guerra contra los Quincys, se puede intuir que Ichigo tiene genes de estos. Nos podemos encontrar con un Kurosaki con genes de shinigami, hollow, vizard, fullbring y quincy. ¿Todo esto estaba en la chistera de Tite desde cuándo? Seguro que no desde el inicio. ¿Qué explicación obtendremos de todo esto? O mejor, ¿obtendremos explicación alguna? Sólo me queda esperar que sí, aunque desgraciadamente estoy convencido de que la respuesta no me satisfacera sea cual sea.

Por terminar hablando de algo positivo de nuevo, hay que nombrar a ciertos personajes que son ciertamente buenos. Grimmjow, Byakuya, y sobretodo, Kisuke Urahara. Protagonista del pasado de los Vizards, mantiene a su alrededor un montón de entresijos y misterios que han logrado darle vidilla en muchas ocasiones al manga. Sumado a su actitud desenfadada y que aún no se le ha visto por completo en acción, así como su bankai, lleva a esperarnos una última gran aparición del tendero. Esperemos que esté a la altura.



VALORACIÓN

Dibujo: 10. Sin duda alguna, el punto fuerte de Bleach. El dibujo de Tite es excepcional. Tanto los diseños, como fondos y representación de las batallas. Un dibujo realista y original que dan un excelente aspecto visual al manga.
Línea argumental: 6. Hasta el time skip, la historia, aunque con sus debes, estaba bien planteada. Pero a partir de ahí, la serie pierde el norte y se hace difícil pensar que el autor está siguiendo una línea pensada con detenimiento y en busca de algo concreto.
Personajes: 7. Si bien tiene personajes buenos, como algunos de los nombrados, también presenta una gran cantidad de aliados y enemigos que dejan bastante que desear. Por nombrar algunos, Omaeda, el mencionado Chad, o la Espada Zommari.
Duración: 4. Bleach debió acabar con el fin de Aizen. Todo lo que hemos visto a partir de aquello, es ensuciar la historia que se pudo ver en ese momento. Si bien esto no es culpa de solamente el autor, debe evaluarse de igual forma.

Nota para Ruff: 7.5

Tiendo a quedarme mucho más con los buenos momentos que con los malos. Y los buenos momentos de Bleach son muy buenos. Con la dificultad inicial que tuvo este manga al ser de temática similar a Yu Yu Hakusho, supo sobreponerse y conseguir una identidad propia, con una gran baza como son las transformaciones de zampakuto, y los arrancar como enemigos. Lástima que la mecha haya durado tan poco, y que poco a poco va haciéndose menos a la vez que el manga avanza... Pero siempre nos quedará Orihime.

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