Publicación: 8 de abril de 2007 - 17 de septiembre de 2007
Estudio: Kyoto Animation
Género: Slice of life, comedia, escolar
Capítulos: 24
Izumi Konata, Hiiragi Kagami, Hiiragi Tsukasa y Miyuki Takara son cuatro amigas de 17 años que pasan sus días haciendo cosas normales de chicas de instituto.
TESTING GENERAL
Acabáis de leer la sinopsis más corta que he escrito nunca en este blog, y probablemente que nunca escribiré. Pero es que no hay más que contar sobre Lucky Star. Son adolescentes haciendo cosas de chicas de su edad. Abordadas siempre desde el humor, por supuesto, pero casi siempre actividades banales o conversaciones vacías que no tienen mayor interés que las que cualquiera de nosotros podemos mantener cualquier día en nuestro grupo de amigos. La serie no tiene ningún hilo conductor ni nada que una los capítulos cronológicamente más allá de la presentación de algún nuevo personaje o el ascenso de curso de las protagonistas. Y aunque esto último pueda parecer relevante, en absoluto lo es. Es simplemente algo que ocurre alrededor de las chicas, pero sin ninguna importancia. El slice of life llevado al máximo exponente.
Esta particularidad puede hacer que incluso los amantes de otros slice of life populares de Kyoto Animation como K-ON! o Tamako Market puedan encontrar aburrida Lucky Star. En otras historias se veía cierta continuidad, un avance, una evolución. Lucky Star pasa por encima de todo ello y explota a lo bestia su condición de manga de cuatro paneles, o yonkoma, al encuentro de la carcajada o la sonrisa, según lo que busque. Porque no todo en Lucky Star es tremendamente gracioso. De hecho, ni siquiera la mayoría lo es. Salvo cuando entra en juego el factor Konata, sobre el que profundizaremos más adelante, todo lo demás no es divertido en exceso. De hecho, Miyuki me parece hasta aburrida. Y Tsukasa depende demasiado del resto para hacer gracia. Pero casi todo lo que ocurre, lo que se dice, tiene un regusto detrás que, al menos a mí, me hace esbozar una sonrisilla.
TESTING CON SPOILERS
Por mucho que diga, al final hay que rendirse a una evidencia. El emblema de Lucky Star es Izumi Konata. Dentro de esta sucesión de anécdotas anodinas brilla por sí misma una auténtica estrella del manga y el anime. Konata es un icono que se come la pantalla figuradamente cuando aparece y es la responsable de hacer a esta serie tan genial. Konata es cualquiera de nosotros, frikis de toda la cultura de entretenimiento nipona, dentro de una adorable chiquilla que quiere vaguear y divertirse frente a un ordenador. Y si esta identificación no fuera suficiente, se le suma un ácido sentido del humor (el tándem que forma con Kagami es espectacular) y una familia tan particular como ella que provoca muy buenos momentos. Aún sigo flipando con la broma de que a su padre le gusten las chicas... algo más jóvenes que él.
Como ya he dicho, Kagami funciona estupendamente a su lado. Cumpliendo el papel de la chica perfeccionista y dedicada, logra por un lado sacar lo mejor de Konata en forma de amistosas discusiones, y por el otro hacer de Tsukasa un personaje divertido con sus constantes comparaciones. Me da mucha pena que Konata eclipse tanto a la chica de coletas, porque parte del mérito de esa gran relación son las respuestas de Kagami. Y qué penita me dio cuando pensaba que un chico se le iba a declarar en el capítulo de la excursión. El ser más humana que la peliazul también le añade parte de encanto.
Pese a parecer que todo esto va de niñas que hablan y de lo monas que son, la serie ofrece también una gran dosis de ironía en muchas ocasiones. La más clara es la inclusión del Lucky Channel al final de los capítulos, en los que la pareja de presentadores se marcan un buen despliegue de humor incómodo que contrasta mucho con el buen rollo y la alegría que desprenden las cuatro chicas en su día a día. Así es como se le acaba cogiendo cariño a Minoru, siempre criticado por Kogami Akira.
Referencias a mangas, animes, videojuegos, un montón de guiños a las propias series de Kyoto Animation como Full Metal Panic! y, sobre todo, La Melancolía de Suzumiya Haruhi, son otras muestras más de lo fino que es el humor que envuelve a Lucky Star. Podría decir que es un slice of life casual, pero ni mucho menos es así. La serie no da puntada sin hilo y por eso se convirtió automáticamente en uno de mis animes favoritos para reírme. Y no demasiados consiguen esto.
VALORACIÓN
Animación: 7. Una serie así no exige demasiado en este apartado. Fluida, simple, agradale. Correcta.
Línea argumental: 5.¿La hay?
Personajes: 9. Claves en el tono y el buen humor, con Konata como buque insignia.
Duración: 10. Perfecta y adecuada al tipo de anime.
Nota para Ruff: 8.5.
De Lucky Star sobre todo me quedo con un par de momentos que explican la serie a la perfección. El primero es la siempre presente conversación sobre cómo comerse una caracola de chocolate, y el segundo Konata imitando el anuncio de champú Timotei. Dos situaciones totalmente normales, que podrían estar en boca de cualquiera, que demuestra la gran capacidad que tiene este anime de convertir lo habitual en divertido.
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