Título alternativo: Straighten Up! Welcome to Shika High's Competitive Dance Club
Publicación: 11 de mayo de 2015 - 13 de febrero de 2017
Autor: Yokota Takuma
Género: Deportes, baile, escolar
Volúmenes: 10
Tsuchiya Masaharu inicia su primer día de instituto asistiendo asombrado a la espectacular demostración del club de baile competitivo. Como tantos otros chicos, acude a la primera práctica para conocerlo más a fondo, pero la mayoría huye de allí al presentarse el excéntrico presidente del club, Doigaki Masumi. Finalmente sólo permanecen allí el propio Tsuchiya, arrinconado por Doigaki, y Watari Eri, la única chica en la sala. De esa manera se forma la nueva pareja de menudos y tímidos bailarines, que descubrirán desde dentro lo duro que es este deporte.
TESTING GENERAL
Antes de nada, tengo que destacar dos cosas de este manga. La primera es su horrible título, al que no sé cómo referirme de manera corta. ¿"Sesuji"? No tendría mucho sentido por su significado, me recuerda a los que llaman "Boku" a Boku no Hero Academia. Pero no se me ocurre cómo llamarlo, así que con ese nombre se quedará, muy a mi pesar. Y la segunda es que me es imposible hablar de Sesuji sin hacerlo a su vez de otro manga: Ballroom e Youkoso.
Traducido al inglés como Welcome to the Ballroom, se trata de una serie iniciada en noviembre de 2011 en la que un adolescente que no sabe nada sobre baile termina de manera casual inscrito en una escuela de su ciudad y luchando para ser profesional. Se ha vuelto muy popular en los últimos tiempos gracias a su adaptación animada, e incluso ha sido licenciada en España. Cuento todo esto porque me parece muy evidente que Sesuji nació en mayo de 2015 en la Shonen Jump en busca del público que había ganado el baile competitivo gracias a Ballroom e Youkoso. Incluso se incluyó en el título, de manera absurda y sin necesidad, la palabra Youkoso (Bienvenido). Dicho todo esto y reconociendo la gran copia en el planteamiento que se produjo en ese momento, tras haber visto el anime de Ballroom y leído Sesuji, me ha gustado muchísimo más el manga que aquí nos acoge. Más allá de la premisa, las historias son muy diferentes. Y la forma de tratarla en Sesuji me ha llegado mucho más hondo.
Dejando ya Ballroom a un lado, me encanta el tono que el autor ha brindado a este manga. Los personajes son muy monos. El dúo protagonista destila una monería común, la típica de niños inocentes y a la vez decididos, pero el resto también transmiten una simpatía diferente, cada uno a su modo. Incluso los rivales le conquistan a uno. La serie trae consigo un buen toque de comedia y referencias reales que también han contribuido a que me haya gustado tanto. Todo ello acompañado de un dibujo de trazos y diseños simples pero muy efectivo con el tono del manga. Esa monería de la que he hablado la transmite precisamente ese estilo, que no duda en volverse complejo a la hora de representar el movimiento del baile cuando es preciso, pero siempre manteniendo ese tono tranquilo. Como curiosidad, la gente en las gradas no está dibujada de la misma manera y se puede reconocer una esencia más shonen en sus diseños que contrastan de manera graciosa con los personajes en la pista.
El manga no tuvo el éxito esperado con el tiempo en la Jump, por lo que como tantos otros, fue forzado a concluir pese a no finalizar lo que venía contando. Así es como encontramos en los últimos capítulos un par de elipsis temporales un poco fuera de lugar, pero que el autor no tiene más remedio que introducir si quiere darle un final con sentido a su obra. Realmente escribo esto sin haber leído los dos últimos episodios, ya que no han sido traducidos, pero poco podría cambiar mi opinión viendo el rumbo que tomaban las cosas. A lo sumo me he perdido una despedida emotiva hacia el lector, ya que no hay mucho margen para más.
TESTING CON SPOILERS
Me ha gustado casi todo de este manga. Watari y Tsuchi son un amor y me han hecho vivir a tope su evolución. Desde la ocasión en la que Watari no pudo bailar de los nervios, hasta su inicio sorpresa empezando a bailar antes de que sonara la música, pasando por sus problemas con el foxtrot lento y cómo lo solucionaron. Ambos forman un adorable dúo que compite frente al resto de parejas desde una deportividad que también resulta admirable a su modo. Ninguno de sus rivales siente hacia el resto nada más que sana competitividad e incluso existe amistad entre ellos. El máximo exponente de ello es Sakimoto, el campeón que disfruta de manera sincera con los avances de los demás. Ni siquiera perdiendo contra Doigaki y Rio desaparece su sonrisa. Cada una de las parejas tiene su encanto especial y se les acaba cogiendo a todos mucho cariño. Me encantan también Miki y Tatiana.
Realmente me dolió que la serie se cancelara y terminara de manera tan abrupta. La mayoría de las veces que la Shonen Jump mete el hachazo a sus mangas suele acertar. He leído varias series que terminaron antes de tiempo y en general suelen ser muy pobres. Pero si consigues una buena obra y, por lo que sea, el público no acaba de recibirla bien, estás acabado. También ocurre alguna vez el caso contrario, y mangas reguleros consiguen popularidad por la razón que sea y tiran para adelante (cof cof, Black Clover). Sesuji logró un ambiente particular y nos dio verdaderos momentazos en su tiempo de vida: Tsubaki lanzando patadas a Yamaki, la superación de Rio para vencer a Sakimoto, cualquiera de Tsuchi y Eri... Mi preferido es el de la exhibición en el colegio bailando What makes you beautiful de One Direction. ¿Habéis probado a poner la canción de fondo mientras leéis el capítulo? De verdad me llegaron a emocionar esos enanos. También Tsubaki y Yamaki utilizaron una canción real en uno de sus bailes, concretamente la de Frozen (suponemos que es Let it go por ser la más conocida) en el primer capítulo.
Pese a todos estos halagos, la serie tiene un enorme pero. Y no es ni más ni menos que el pobre tratamiento que tienen los componentes femeninos de las parejas. Las hay que tienen bastante presencia, como la propia Watari o Tsubaki, pero en general su aportación al baile es menor que la del hombre. En el dúo Kinryuin - Jinguji, por ejemplo, solamente se habla de su particular baile por el singular cuerpo del varón. Su acompañante simplemente hace eso, acompañarle para que luzca su danza. No hay ni una sola pareja en la que sea ella la que destaca y el hombre el que la complementa. Está la excepción de Hanazono y Miki Megumi, en la que ella brilla más en el baile porque es la que sabe, y aun así los focos recaen sobre él porque es la estrella.
Concluyo hablando del que seguramente sea mi personaje favorito del manga: Takuya Kose, el marido de Michiru-sensei. Es verdad que tiene un papel muy marginal, pero termina formando una gran combinación con el señor del público que sabe sobre baile con la que me he reído un montón. Como curiosidad, es un personaje que sale en las tres obras que Yokota ha publicado en la Shonen Jump: Koganeiro, Sesuji y Shudan. No he leído la primera de ellas, pero sí Shudan (de la que probablemente escriba en unas semanas) y me he seguido riendo con él allí. Y como termino hablando de risa, tengo que mencionar a Fujita. Me ha sacado buenas carcajadas desde la grada.
VALORACIÓN
Dibujo: 7. Usa de forma intencionada un estilo simple, relacionado con el tono que quiere dar al manga y la actitud de los personajes.
Línea argumental: 6. La habitual en los mangas deportivos. Básica desde el aprendizaje hasta la presumible victoria.
Personajes: 9. Tienen un carisma particular. Si algo hace especial a Sesuji es cómo aprovecha a cada uno de ellos.
Duración: 6. Cortado antes de tiempo. Aun así, me estaba empezando a resultar algo pesado el sistema de repetición de rondas. De haber continuado, quizás no hubiera dado para mucho más.
Nota para Ruff: 6
Cuando algo te encanta pero observas que al resto de la gente no le gusta tanto, duele un poco por dentro. Así me sentí yo cada semana al ver que la historia que tanto me enganchaba se iba hundiendo en el ranking de la revista y sus ventas no remontaban. La sombra de Ballroom e Youkoso es alargada y finalmente resultó la ganadora de este duelo de bailes. Lástima que no le dieran un par de rondas más y permitirle acabar como debía. Pero en el manga, como en el baile competitivo, no se perdona al débil.
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