Publicación: Año 1948
Autor: Tezuka Osamu
Género: Ciencia ficción, aventura, comedia
Volúmenes: 2
Hace cinco millones de años, un trozo de la Tierra se desprendió y comenzó su propio periplo espacial. Nombrado como Mamango, en su superficie se ha abierto paso la vida de una manera diferente a la de nuestro planeta. El profesor Shikishima Kenichi descubre que su trayectoria lo llevará de nuevo cerca de la órbita terrestre y decide organizar una expedición que sufrirá varios contratiempos.
TESTING GENERAL
Aquí encima, en el encabezado del blog, podéis leer aquello de "sommelier del manga y el anime". Tengo que admitir que, pese a utilizarlo en tono cómico, a veces siento un poco de vergüenza cuando lo veo. Creo que leo bastante manga (anime veo algo menos), pero tengo la espinita clavada de no haber leído muchos de los clásicos de este mundillo. Y hablar de clásicos va de la mano con Tezuka Osamu, conocido por ser el impulsor del manga moderno. No voy a contaros aquí nada de Tezuka que no podáis leer de manera más amplia y acertada en otras páginas dedicadas, así que si no le conocíais, corred a googlear su nombre. Particularmente, conozco bastante sobre Tezuka e incluso he ido a algunas charlas sobre su obra, pero por lo que sea nunca me había puesto con uno de sus mangas. Por pura casualidad, Lost World cayó entre mis manos y se ha convertido en mi primera toma de contacto con su pluma.
Quiero poner en contexto primero el manga y luego mi opinión. Se trata de una serie dibujada en 1948, momento en el cual una narración como la que presenta Lost World suponía algo revolucionario en la industria. Por muy básico que nos pueda parecer esto hoy en día, se trata de una historia larga, de más de 200 páginas, y con una progresión lineal a lo largo de las mismas, que no era algo para nada común en esos años. Tiene un mérito tremendo, fue un pilar para la evolución del manga, y mi respeto por ello es absoluto. Pero he leído la obra esta semana, en 2018. Y quiero dejar mi impresión como alguien que lee hoy en día una serie de hace 70 años y lo que siente al hacerlo, dejando a un lado todas sus virtudes de la época ya comentadas.
Lamento decir que mi opinión sobre Lost World no ha resultado ser todo lo positiva que pensaba. Creo que un manga así actualmente es muy difícil de leer. Lo que más me llama la atención es el poco sentido que presenta su desarrollo, movido más por la continua sucesión de gags que por la coherencia. Lo primero que sentí tras leer unas cuantas páginas fue que estaba ante uno de los primeros cortometrajes primigenios de Disney con el humor de las tiras de un TBO o Super Mortadelo. Me resulta muy curioso el uso indiscriminado que se hace de la violencia y las armas de fuego, llevándose por delante a varios personajes sin ningún tipo de reparo. Literalmente. En muy pocas ocasiones esas muertes suponen un impacto para sus compañeros, que se limitan a hacer un par de comentarios y seguir con sus historias como si fuese algo común. Y las bromas, como ya he dicho. Hay un chiste prácticamente cada dos viñetas, casi siempre muy blanquito y jugando con las palabras. Se me ocurrió pensar que esa constante búsqueda de la carcajada influía negativamente en la trama al romper la tensión, pero realmente no se consigue esa tensión en ningún momento. Aunque tampoco estoy seguro de que se tenga como objetivo.
Quiero poner en contexto primero el manga y luego mi opinión. Se trata de una serie dibujada en 1948, momento en el cual una narración como la que presenta Lost World suponía algo revolucionario en la industria. Por muy básico que nos pueda parecer esto hoy en día, se trata de una historia larga, de más de 200 páginas, y con una progresión lineal a lo largo de las mismas, que no era algo para nada común en esos años. Tiene un mérito tremendo, fue un pilar para la evolución del manga, y mi respeto por ello es absoluto. Pero he leído la obra esta semana, en 2018. Y quiero dejar mi impresión como alguien que lee hoy en día una serie de hace 70 años y lo que siente al hacerlo, dejando a un lado todas sus virtudes de la época ya comentadas.
Lamento decir que mi opinión sobre Lost World no ha resultado ser todo lo positiva que pensaba. Creo que un manga así actualmente es muy difícil de leer. Lo que más me llama la atención es el poco sentido que presenta su desarrollo, movido más por la continua sucesión de gags que por la coherencia. Lo primero que sentí tras leer unas cuantas páginas fue que estaba ante uno de los primeros cortometrajes primigenios de Disney con el humor de las tiras de un TBO o Super Mortadelo. Me resulta muy curioso el uso indiscriminado que se hace de la violencia y las armas de fuego, llevándose por delante a varios personajes sin ningún tipo de reparo. Literalmente. En muy pocas ocasiones esas muertes suponen un impacto para sus compañeros, que se limitan a hacer un par de comentarios y seguir con sus historias como si fuese algo común. Y las bromas, como ya he dicho. Hay un chiste prácticamente cada dos viñetas, casi siempre muy blanquito y jugando con las palabras. Se me ocurrió pensar que esa constante búsqueda de la carcajada influía negativamente en la trama al romper la tensión, pero realmente no se consigue esa tensión en ningún momento. Aunque tampoco estoy seguro de que se tenga como objetivo.
Es fácil criticar desde el presente lo que se dibujaba hace 70 años, y no es mi intención ni mucho menos poner por los suelos los inicios de Tezuka. Pero estos ojos son los que tengo, y con los que una persona cualquiera analizaría la obra si no supiera absolutamente nada de ella, de su época, ni de su autor. Lost World está muy por debajo de las expectativas que un adulto puede tener de un manga, y quizás sólo sería aceptable para niños en edad temprana. No me cabe la menor duda, ni seguramente le cabrá a nadie, de que si hubiera leído esto en el momento de su publicación tendría una opinión completamente opuesta. Y ya voy a dejar de disculparme, porque creo ya que he dejado claro mi punto de vista. No os enfadéis, fans de Tezuka. Sé que estáis ahí.
TESTING CON SPOILERS
Uno de los rasgos más característicos del autor es la utilización de los mismos personajes a lo largo de casi todas sus obras, como si fuera un elenco de actores que representan unos u otros papeles según el manga. Es cierto que los roles que interpretan suelen ser casi siempre similares entre ellos, pero me parece una forma muy particular de enfocar sus historias. Así, podemos descubrir aquí al detective Mostacho y volvérnoslo a encontrar en anteriores y posteriores publicaciones de Tezuka. Y como él, a varios de los protagonistas y villanos. Como contraparte tengo que decir que los personajes no son especialmente atractivos ni tienen mayor profundidad que la de dar pie a los gags, pero tampoco es que la trama dé para mucho más. Me ha parecido curioso que el profesor Kenichi, teórico protagonista, es totalmente insustancial. Y que el parecido entre Mostacho y Butano quizás es demasiado pronunciado como para coincidir en la misma viñeta tantas veces.
Por alguna razón que desconozco y sin encontrarle mucho sentido, Tezuka incluyó en la parte final del manga una gran página doble con un montón de personajes de otros cómics o cortos de animación, como los de Disney o Popeye. O al menos se parece a Popeye, porque según dice se trata del profesor Júpiter. Cosas de este señor. Por terminar mencionando una de esas explosiones de violencia, aunque quizás crudeza encaja mejor, hay un momento en el que un personaje se come una chica que era una planta. Así, sin más. Tenía hambre, la mujer le pareció comestible y se la metió entre pecho y espalda sin mayores remordimientos. Un par de comentarios ofendidos por parte de sus compañeros y se acabó, a seguir con la aventura. De verdad que me mata el manga en aquellos años.
VALORACIÓN
Dibujo: 4. Totalmente infantilizado, aunque es cierto que su historia posee la misma característica.
Línea argumental: 4. Muy básica y en momentos dejada de lado para perderse en batallitas. Una simple base para meter chistes.
Personajes: 4. Son planos, pero tampoco hay pretensiones de mucho más.
Duración: 4. Se me ha hecho algo largo, incluso. Deberían haber ido al espacio antes y presentar más viñetas de fauna y flora de Mamango.
Nota para Ruff: 4
La extensa obra de Tezuka, por lo que puedo saber, sirve también para comprobar el cambio que experimenta su estilo a lo largo de los años. Aunque sus primeras obras presenten un corte tan infantil, me consta que van evolucionando hacia un manga mucho más complejo y adulto. Quizás hasta me venga bien haber empezado por su etapa más floja, por llamarla de alguna manera, para que en mis siguientes lecturas pueda comprobar cómo ha ido madurando. Como siempre digo, mucho mejor ir de menos a más que al revés.
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