viernes, 4 de diciembre de 2020

Un año después... Ajin (V)


Testing Manga 49 - Ajin - 1 de diciembre de 2015
Un año después... Ajin - 4 de diciembre de 2016
Un año después... Ajin (II) - 4 de diciembre de 2017
Un año después... Ajin (III) - 4 de diciembre de 2018
Un año después... Ajin (IV) - 4 de diciembre de 2019

Me he pensado muchísimo si escribir esta entrada. Por la pinta que tiene el último capítulo que se ha publicado, es muy posible que estemos ante los últimos coletazos de la serie. Sin embargo, le tengo tanto respeto a Sakurai y a Sato que no me atrevo a afirmar en ningún momento que el tipo de la gorra haya dicho su última palabra. Por eso, aun a riesgo de tener que escribir dentro de un mes sobre la conclusión del manga con sólo un capítulo de avance respecto al actual, me lanzo a hacerlo para poder hablar tranquilamente sobre lo acontecido en este año.

Como ya mencioné en el anterior testing, es duro ser aficionado de esta obra por culpa del poco contenido anual de la misma. El ritmo aproximado es de dos volúmenes al año, a lo que hay que añadir que la narrativa enfatiza en la imagen por encima del texto, por lo que los capítulos pasan ante nosotros a una gran velocidad. Esto nos va a dejar un gran manga que leer del tirón cuando se acabe, pero que frustra un poco a quienes lo hemos llevado al día. De todos modos, lo comento como particularidad, no como defecto. Ajin es una pedazo de serie, entre otras cosas, por lo bien escrita y contada que está. Y por Sato. Nunca tengo elogios suficientes para él, aunque me mosquea un poco cómo parece que termina...

SPOILERS

Sato se ha aburrido de jugar. Se cansó de estrellar aviones y ahora se ha cansado de Japón. El gobierno japonés no ha resultado un reto para él y su único escollo han sido las intervenciones de Nagai, al que con trabajo ha logrado superar en todos sus encuentros. Ha sido divertido, pero ni una sola vez ha podido interponerse en sus planes. Por esto, para mí este es el manga de Sato. Las mejores estrategias, la actitud más interesante y todo lo bueno que se puede decir de la serie viene por parte del exmilitar. Es tan carismático que Tanaka, que le había traicionado, no pudo dispararle cuando huía hacia su dirección en la moto. La afable cara del villano, sin un ápice de rencor hacia su antiguo subordinado, hizo imposible que Tanaka pudiera detenerle. Tampoco mostró decepción ante la traición de Okuyama. Para Sato, esto es un juego y cualquiera puede aburrirse, dejarlo o cambiar de bando. Él mismo está abandonando en este momento. Con la coherencia por bandera hasta el final, es el auténtico valor de esta historia.

Por eso, Nagai siempre estaba un paso por detrás. Nagai es lógico, muy lógico. De hecho, uno de los puntos curiosos de la serie es la transformación repentina que se produce en el personaje, siendo al inicio un adolescente común que pasa de pronto a ser una máquina lógica, decisión que achaco al cambio de guionista y que por ello no critico demasiado. La forma de pensar de Nagai no dejaba que pudiera adelantarse a Sato en ninguna circunstancia. Hasta ahora. Me enfadé muchísimo cuando tras caerse del helicópero, Nagai sufre la tan odiada por mí amnesia selectiva habitual en los mangas, pero me adelanté a los acontecimientos. Sakurai no podía caer en un recurso tan tramposo, y la utiliza para que Nagai una su lógica a un acto de fe al dispararse confiando en ser un ajin. Esto le permite, por fin, despertar la verdadera admiración de Sato y permitirle formar parte de la última pantalla de su juego, luchando con él en el agua. Me queda alguna duda sobre cómo Nagai le vence en ese combate submarino, aunque casi parece que el propio Sato no pone demasiada resistencia. Un flashback ilustra la culminación de su vida y obra, que sumado a la conversación que revivimos entre Nagai y Nakano sobre las consecuencias de una mala caída en el agua, le dan la victoria final a Nagai. O eso parece, porque yo no me fío de nada y de nadie aquí.

De forma paralela, el desborde de nuestro protagonista mantiene ocupados al resto de personajes. Nakano y Akiyama ayudan al escuadrón anti-ajin a proteger a unos civiles, mientras que el profesor Ogura se obsesiona con la idea de ser asesinado por los fantasmas negros a la vez que termina su último cigarrillo. Mientras se dirigía hacia allí, pudimos verle divagando sobre la naturaleza de los ajin y el origen de su poder: el corazón humano. No sabemos lo reales que son sus conclusiones, pero tampoco importa demasiado. Finalmente, el desborde se agota justo cuando iba a reunirse con su hijo en el más allá. Le tocará vivir un poco más, profesor.

Ajin en el último año

 Se mantiene

Nota para Ruff: 8

No hay comentarios:

Publicar un comentario