Magi sigue como siempre, brindándonos una excelente y singular aventura dentro de su maravilloso mundo mágico. Por ahora su avance sigue la línea de lo anteriormente visto, progresando poco a poco en su argumento y presentándonos algunas de las batallas que más ganas teníamos de ver. Además, algunos personajes han protagonizado actuaciones claves para el devenir de su historia.
SPOILERS
El flashback sobre la vida del Rey Solomon me parece extraordinario. Es cierto que quizás peca un poco de complicado y algo largo, no sabiendo a ciencia cierta qué pasa con Solomon, si está vivo o muerto y por qué. Hace ya un tiempo que lei esa parte (un año) y no puedo comentar todos los detalles que en aquel momento recapitulaba para entender lo sucedido, así que espero con ganas la tercera temporada del anime que deje un poco más claro todo para mí y para todos los que se liaron como yo. Dejando esas dudas aparte, la evolución de Sheba, el nacimiento de Aladdin, la lucha de Ugo para llevar a la realidad la voluntad de Solomon... Un montón de información muy disfrutable y que se complementa con la actualmente conocida del presente.
Tras ello, empieza la chicha y ya seguimos los movimientos de Hakuryuu. Primero, consiguiendo su segundo djinn, Belial, con un poder vital para los intereses del príncipe. Segundo, yendo a la guerra contra su madre Gyokuen, a la que consigue derrotar. Personalmente me parece que Hakuryuu logra este objetivo demasiado fácil y que ni mucho menos ha sido la última palabra de Gyokuen, aunque también es verdad que sí que puede haberla eliminado ya que el papel antagonista ha caído ahora sobre él. Gracias a Judar y sus dos djinn, el poder de batalla del príncipe se ha elevado de forma exagerada.
Finalmente, Hakuryuu se prepara para la guerra contra el Imperio Ren. A mí hay cosas que aquí no me cuadran. En principio, Hakuryuu odia al imperio por acoger a Al-Thamen a partir de la presencia de su madre. Éste pide a Ren Kouen que abandone toda vinculación con la sociedad oscura... y este se niega. ¿Por qué? Se supone que a Kouen tampoco le gusta su objetivo. Sin embargo, supongo que por orgullo y ventaja militar, Kouen acepta lo que queda de Al-Thamen en su imperio y así plantea la guerra a su hermanastro. Por otro lado Hakuryuu, quien quiere eliminar a ese colectivo, permite el uso del rukh negro en su bando a partir de Judal. Un poco contradictorio a mí me lo parece, al menos.
Pero dejando estas cuestiones a un lado, lo acontecido está a la altura de lo esperado. Alibaba se ha quedado semimuerto y Judal ha sido empujado hasta el infinito. Ahora los dos están juntitos en un mundo muy raro del que seguro volverán, ya que uno es el prota y el otro no va a ser vencido tan fácilmente. Y actualmente, estamos disfrutando de una gran batalla entre dos de los ejércitos más poderosos de este ficticio mundo. El Imperio Ren con ventaja tanto numérica como estratégica está igualado contra un ejército de hombres de voluntad artificial y sin miedo. Dentro de poco tocará ver la batalla de generales y comprobaremos qué bando ha planificado mejor su batalla. Ganas hay muchas.
Tras ello, empieza la chicha y ya seguimos los movimientos de Hakuryuu. Primero, consiguiendo su segundo djinn, Belial, con un poder vital para los intereses del príncipe. Segundo, yendo a la guerra contra su madre Gyokuen, a la que consigue derrotar. Personalmente me parece que Hakuryuu logra este objetivo demasiado fácil y que ni mucho menos ha sido la última palabra de Gyokuen, aunque también es verdad que sí que puede haberla eliminado ya que el papel antagonista ha caído ahora sobre él. Gracias a Judar y sus dos djinn, el poder de batalla del príncipe se ha elevado de forma exagerada.
Finalmente, Hakuryuu se prepara para la guerra contra el Imperio Ren. A mí hay cosas que aquí no me cuadran. En principio, Hakuryuu odia al imperio por acoger a Al-Thamen a partir de la presencia de su madre. Éste pide a Ren Kouen que abandone toda vinculación con la sociedad oscura... y este se niega. ¿Por qué? Se supone que a Kouen tampoco le gusta su objetivo. Sin embargo, supongo que por orgullo y ventaja militar, Kouen acepta lo que queda de Al-Thamen en su imperio y así plantea la guerra a su hermanastro. Por otro lado Hakuryuu, quien quiere eliminar a ese colectivo, permite el uso del rukh negro en su bando a partir de Judal. Un poco contradictorio a mí me lo parece, al menos.
Pero dejando estas cuestiones a un lado, lo acontecido está a la altura de lo esperado. Alibaba se ha quedado semimuerto y Judal ha sido empujado hasta el infinito. Ahora los dos están juntitos en un mundo muy raro del que seguro volverán, ya que uno es el prota y el otro no va a ser vencido tan fácilmente. Y actualmente, estamos disfrutando de una gran batalla entre dos de los ejércitos más poderosos de este ficticio mundo. El Imperio Ren con ventaja tanto numérica como estratégica está igualado contra un ejército de hombres de voluntad artificial y sin miedo. Dentro de poco tocará ver la batalla de generales y comprobaremos qué bando ha planificado mejor su batalla. Ganas hay muchas.
Magi: The Labyrinth of Magic en el último año
Se mantiene
Nota para Ruff: 8.5
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