jueves, 15 de noviembre de 2018

Un año después... Shokugeki no Souma (V)


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Shokugeki no Souma ha tenido durante este año la oportunidad ideal para terminar en un lugar alto. Tras una primera etapa fantástica, la calidad general de la obra se había visto resentida en estos últimos tiempos con la irrupción de Azami Nakiri, pero el Régiment de Cuisine consiguió hacerla repuntar un poco. El desenlace de este arco ha sido notable y dejaba en bandeja darle una conclusión como dios manda a un manga que se merecía acabar bien. Pero no, amigos. Las ventas mandan y Shueisha no iba a dejar que un producto rentable finalizara sin sufrir la habitual decadencia de los mangas shonen. Sin demasiada conexión con lo visto hasta el momento, asistimos al inicio de una saga unida con remiendos que nos hace sospechar que la serie morirá sin el honor que merecía. La situación me recuerda mucho a Katekyo Hitman Reborn!, cuando tras el mejor arco del manga se enlazaron un par de sagas sin apenas relación que lo hicieron hundirse en el fango de la Shonen Jump para terminar siendo cancelada con prisas y de mala manera. Ojalá me equivoque, pero a Shokugeki no Souma se le está poniendo esa cara. Por favor, que no se prolongue esa agonía y que termine pronto.

SPOILERS

Creo poder decir que el Régiment de Cuisine me ha dejado satisfecho en general, aunque con algún que otro pero. El formato de la competición conllevaba que los enfrentamientos fueran predecibles y que hubiera personajes que obligatoriamente iban a decepcionar con sus derrotas. Si echáis un ojo a la entrada del año pasado, podéis comprobar que acerté todos los emparejamientos. No lo digo como algo meritorio, sino como evidencia de la poca capacidad de sorpresa en ese aspecto. Sin embargo, la final por parejas haciendo el entrante y el plato principal fue un buen giro del que salieron detalles muy buenos. Por el camino pudimos ver a Megumi dándole problemas a Momo, siendo el único enfrentamiento que no terminó 3-0, y a Souma invocando el Unlimited Blade Works contra Saitou, que encajó su derrota quizás demasiado bien.

Y vimos a Erina, por supuesto. La reina de este manga por fin nos mostró su cocina, sobradísima en su desempeño, y dejándonos varios momentos de referencia en la serie como su apropiación del "No fue nada" tan característico de Souma. Aquí debajo dejo una de tantas viñetas en la que Tosh nos dejó ver por fin con sonrisa radiante a una chica que hasta hace muy poco vivía prisionera de su propio destino.


El cambio de rumbo en las normas de la final fue definitivamente muy positivo. No me gustó la modificación del jurado porque sí, pero se necesitaba una excusa para poner a Azami a probar los platos y esta misma les pareció adecuada. La pelea interna entre Erina y Souma por ver quién hacía qué plato alteró el ritmo del enfrentamiento para bien y resultó en un desenlace que rompía un poco la previsibilidad del torneo hasta la fecha. La lengua divina de Erina le sirvió a Souma para perfeccionar su especialidad, a la vez que depositaba su confianza en las superiores capacidades culinarias de la Nakiri para amoldarse a su enésimo ejercicio de improvisación. Y, además, utilizando ella las golosinas tan típicas del pelirrojo que tanto criticó en épocas pasadas. El colofón fue la degustación del plato por parte de Azami, transmitiendo su desnudez a todo el pabellón.

Hasta aquí todo bien. Mucho mejor de lo que me podía esperar, de hecho. Se establecen las nuevas posiciones de la Élite 10, Erina se convierte en la nueva directora, los derrotados aceptan sus resultados... y entonces llega el salto temporal. Un periodo inferior al año en el que no queda un personaje que no se haya cambiado el pelo. Conocemos entonces a los Noir, un concepto de cocinero tan ridículo como las pintas que llevan algunos de ellos. Hay un tío enorme disfrazado de payaso, una chica con una capucha de conejo, otro que no se quita el casco de la moto para cocinar, y otros tantos más que ni voy a mencionar. ¿Por qué esos diseños? ¿Qué tendrá que ver cocinar en los bajos fondos con ser grotesco? Pues parece que para los autores, mucho. Aunque al menos no son peores que el chaval aquel que tenía tatuada la cara.

El principal punto de interés actual es la figura de Saiba Asahi, o Suzuki-sensei, salido de la nada para alargar la trama y mostrando su nivel desde un inicio al vencer al padre de Souma en un shokugeki. Quizás esta repentina exposición de poder podría parecernos exagerada, pero también hemos visto a unos chavales facturar en un puesto en la playa más dinero del que llevaban todos los turistas encima ese día. Nos quedamos ahora en la segunda prueba del Blue, cuando aparece Tsukasa. Viendo las características de las pruebas que tienen que superar, cualquiera diría que están compitiendo por sacarse la licencia de Hunter. A todo esto, ¿por qué están invitados Megumi y Takumi, en posiciones bajas de la Élite 10, y no lo están Isshiki, Megishima o cualquier otro joven mejor que ellos? La respuesta me la ha dado esta tarde un amigo: porque son protas.

Shokugeki no Souma en el último año

Desciende

Nota para Ruff: 8

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