jueves, 23 de abril de 2020

Un año después... Kingdom (III)


Testing Manga 66 - Kingdom - 23 de abril de 2017
Un año después... Kingdom - 23 de abril de 2018
Un año después... Kingdom - 23 de abril de 2019

Uno de mis comentarios habituales sobre Kingdom es el poco efecto que tienen los acontecimientos que observamos durante la batalla en el devenir de la misma. Vemos morir generales, reducir el número de soldados, emboscadas o cambios de formaciones para que los enfrentamientos casi siempre acaben igual que empiezan. O peor, en un uno contra uno de los líderes de batallón. Excepto... que nos dirijamos al final de la batalla. Preparaos, que se viene un testing de los extensos.

La contienda en las planicies de Shukai está llegando a su fin, y con ello nos encontramos con varios golpes de efecto reales en muchos de sus combates. Me gusta mucho Kingdom y disfruto de todas sus trampas intentando hacer especiales los sucesos que no llevan a nada, pero cuando las consecuencias de los ataques se dejan ver de verdad, uno lo saborea muchísimo más. En estos últimos meses creo que hemos sido testigos del mejor momento del manga, como no podría ser de otra manera tras casi tres años de asalto a Zhao. Sin embargo, creo que también hemos asistido al peor, con mucha diferencia sobre el siguiente. En el global, diría que ha compensado, pero el autor tiene que tener mucho cuidado con esas decisiones tan polémicas. Su abuso podría cargarse la serie.

SPOILERS

Siempre me ha molestado la figura de Houken. Me parecía que un personaje con esa fuerza no tenía cabida en un manga de corte pseudorrealista como éste. Le quitaba todo el sentido a la estrategia, uno de los principales atractivos de la obra. Terminé por cogerle miedo. Temía que los planes de Qin se fueran al garete por culpa del ataque en solitario de un tipo que puede parar el avance de un escuadrón con un grito. Ya se había llevado a Ouki y a Duke Hyou. ¿Cuánto tiempo iba a seguir atormentándome? Por eso, no pude evitar soltar un grito de alegría cuando la alabarda de Ouki heredada por Shin consigue atravesarlo de una vez. Por fin nos libramos de esta absurda amenaza. Ha costado, pero hemos podido con ella. El júbilo fue tal que pude dejar de lado el poco sentido que tiene su caída.

Todo comienza con el abuelo adoptivo de Mouten clavándole la espada. Un gesto muy comentado por sus allegados, pero inútil en la práctica. Kyoukai consigue cortarle dos dedos a costa de llevar su habilidad al límite, pero Houken ni siquiera acusa su pérdida. Cuando consigue agarrar a la chica, le mete tal somanta de palos contra el suelo como para matarla cuatro veces, a lo que hay sumarle el desgaste de su respiración al máximo. No pasa nada, Shin la recoge y toma el relevo. El enfrentamiento repite desigualdad y es Shin quien ahora se ve superado. Por el poder de protagonista de manga, consigue sobreponerse a los poderosos ataques del bushin y, medio inconsciente, lo parte por la mitad. Analizándolo fríamente, no podemos encontrar una razón por la que Houken perdiera en fuerza contra Shin, por mucho que Riboku se moleste en aburrirnos con comentarios psicológicos sobre el camino de uno y de otro. Pero ya lo he dicho, la alegría por su derrota es tal que me da igual. No así lo que pasó a continuación.

Shin muere. No respira, no le late el corazón. Está muerto. Y en una serie que de alguna forma se pretende al menos acercarse al realismo, nos presentan una técnica de resurrección que no hay forma ni remotamente posible de justificarla de alguna manera. Que Kyokai haga magia es malo, pero ha sido aún peor. Se habla de un precio a pagar por realizarla, y ese precio ni siquiera se paga. Kingdom juega su habitual efectismo con una maniobra estúpida, incluso populista podríamos decir, para llevarse por delante cualquier consecuencia negativa que podía haber tenido combatir a muerte contra Houken. Perdón, se muere Kyogai, el del rombo en el ojo que lleva desde el inicio de la unidad Hi Shin. Sé que su muerte y la de Shousha sirven para evidenciar de alguna manera que Shin también pierde cosas en la guerra, pero en la balanza sigue ganando por mucho. No dejan de ser personajes terciarios.

Cambiando de foco, un día antes Chougaryuu cae ante Shin tras dejarle gravemente herido, lo cual es otro lastre a tener en cuenta en su irreal encuentro con Houken. A su vez, Ouhon hace lo mismo con Gyou'un, tras volver ambos al campo de batalla con un pie en la tumba uno y sin mano el otro. El ala derecha de Qin por fin avanza de manera notable en esta zona y sirve de detonante para ver por primera vez a Ousen en acción. Mi percepción de Ousen era la de un general de nivel alto, pero ni mucho menos a la altura de Riboku. Con lo que hemos podido ver de él en esta batalla, no creo que nadie pueda decir que esos dos no están parejos. Constantemente se leen el uno al otro y aunque el resultado final por ahora le sonríe a Ousen, la balanza podría haberse decantado hacia cualquiera de los dos lados. Y por mucho que le hayamos visto invitando a Riboku a unirse a él para fines personales, creo que ha demostrado durante el transcurso de la guerra ser mucho más humano de lo que se nos había hecho ver.

He hablado mucho de la fuerza de Houken, pero ahora que ha caído, justo se ha destapado un heredero como ser más poderoso ignorando las leyes de la física: Tan, el grandote de los hermanos arqueros. Estaba claro que iba a demostrar ser un gran tirador cuando viera a su hermano en peligro, pero el tío ha avanzado miles de años de evolución en las armas y es capaz de lanzar rayos láser con el arco, desintegrando cabezas y atravesando escudos. Me encanta. Por el camino, Karyo Ten estuvo a punto de morir y recibió una flecha en el pecho, pero ya está bien. Ya hablaremos otro día de lo bien que cubre la unidad Hi Shin a su estratega. Aprovecho y nombro a otros dos personajes, que ya dentro de los límites físicos de un humano, han demostrado un gran desempeño en esta contienda: Akakin, actuando con inteligencia y dando apoyo en todas las situaciones que lo requerían, y Shiryou, la mujer en la vanguardia que nadie ha sido capaz de parar en su avance. Lástima que no se produjera el choque directo que parecía que se iba a dar con Kaine, a la que apenas hemos visto luchar contra soldados de relleno.

Durante un instante, el pánico se hizo presente cuando Futei hizo la de la unidad Hi Shin atacando con un pequeño grupo el campamento de Ousen, pero saliendo enemigos primero y aliados después de no se sabe bien dónde, se logró calmar la situación. Aunque al final se quedara en nada, este movimiento valió la pena sólo por ver a Mouten plantando cara a Bananji y rajándole un ojo. Tras ello, con la concatenación de derrotas de Zhao, nos vamos hasta la toma de Gyou por parte de los hombres de Kanki tras 15 días de asedio. Me hace gracia cómo Riboku se toma cada derrota como un paso en su plan con el que ya contaba, primero dando por bueno frenar a Ousen mientras recupera Gyou, y más tarde aceptando que Qin tomara la ciudad mientras espera que se mueran de hambre. Esta vez te toca perder, amigo. Además, el rey de Zhao se lo lleva debido a su derrota, quizás algo precipitado. Es posible que por fin una batalla tenga consecuencias políticas y geográficas significativas de verdad. A ver qué pasa con el estado de Qi, que ahora vuelven a parecer muy amiguitos ayudando con las provisiones, pero el rey Ei Sei también va a querer ese territorio en su China unificada. Siempre comento Kingdom con una dosis extra de ironía, no lo puedo evitar. Pero os aseguro que va con cariño. Me encanta este manga.

Kingdom en el último año...

Se mantiene

Nota para Ruff: 8

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